lunes, 31 de octubre de 2011

Apremiantes Incentivos al Turismo

Del escritorio de Jaime Figueroa Navarro


Panamá, miércole
s 2 de noviembre de 2011

 

Apremiantes Incentivos al Turismo
Jaime Figueroa Navarro

Durante una reciente coyuntura tecnológica hotelera la semana pasada, tuve la oportunidad de reflexionar con algunos líderes de la industria de hospitalidad sobre el  delicado descenso pronosticado en niveles de ocupación en los paradores de categoría superior en nuestra capital.
 
El descenso en la demanda se atribuye parcialmente a la entrada al mercado de miles de habitaciones adicionales durante el año en curso.  De igual forma se insinúa el continuado desvelo económico global y otros factores como los costos de boletos aéreos hacia nuestro destino.  Todos aprecian que el número de visitantes son en su gran mayoría hombres de negocios y no turistas. 

Insistimos redobladamente en la implementación de una encuesta de opinión al visitante que permita a ciencia cierta, definir quienes nos visitan, por categorías específicas, para poder perfeccionar nuestros esfuerzos.

La óptima forma de hacer justicia a los inversionistas que han cimentado nuestro centro hotelero, aun tardíamente, es impulsando actividades que regeneren la demanda hotelera. 

El fomento de centros de convenciones, no uno sino varios, privados y no estatales, es una formula ganadora.  Varios, porque uno solo, no es suficiente para cubrir la nueva oferta.  Múltiples para suplir los diferentes nichos en la demanda del complejo mercado de convenciones.  Privados, porque existen empresas dedicadas a estos menesteres que administran estos sitios como centros de ganancias y cuentan con la cartera de clientes, no solamente para saciarles, sino también para mercadear vigorosamente nuestro destino complementando la labor de las autoridades.

Hemos expuesto anteriormente la necesidad de incentivar la construcción de centros recreacionales, como parques tematicos, acuarios y zoológicos, que sirvan de imanes, no solamente al turismo sino también a una población, que a falta de esta importante oferta, frecuentan con sus hijos los centros comerciales en sus ratos de ocio, deshumanizando con mayor ímpetu el  entorno que nos caracterizaba en generaciones anteriores.

El conjunto de estas iniciativas, de seguro velaría positivamente en el desarrollo del turismo istmeño, resolviendo de una vez por todas, la ansiedad que aflige a nuestros colegas hoteleros.  Estos apremiantes incentivos, por encima de otras trascendentes leyes, son tarea urgente en nuestra legislación.    

sábado, 29 de octubre de 2011

Tecnología y Turismo

La Estrella de Panamá
Miércoles, 1 de junio de 2011
Tecnología y Turismo
Jaime Figueroa Navarro
En un mundo de vibrantes cambios tecnológicos, resulta imprescindible mantenernos actualizados sobre todas las transformaciones que nos rodean. Parafraseando el principio del común denominador del éxito: “scientia potentia est” (sabiduría es poder), atribuido al filosofo ingles Sir Francis Bacon, en su obra Meditationes Sacrae (1597), gozamos actualmente de una capacidad de aprendizaje y sondeo de información jamás observado en la historia de la humanidad, que no debemos desaprovechar.  La importancia de ponernos al día en tecnología es cada vez mas evidente y primordial si deseamos sostenernos al volátil ritmo en un mundo de
constantes cambios y a la par de nuestra competencia en todas las ramas de la actividad económica.

Irrumpiendo en la industria de turismo y el modus operandi de los cambios tecnológicos que nos permiten el acceso de información relacionada a sus diferentes expresiones (sol y playa, cultural, ecoturismo, compras, etnográfico, gastronómico, aventura, médico, agroturismo, entre otros), subrayamos que los destinos con mayor éxito son aquellos que, inicialmente, presentan pautas publicitarias que cautivan al potencial turista, algo que venimos efectuando con relativo dominio y en creces desde el período de la veterana campaña My name is Panamá con varios lustros de antigüedad hasta el presente, donde las pautas gozan de óptima  calidad y una selección científica del blanco geográfico al cual nos dirigimos, pero también vienen acompañadas de ascendentes costos.
  
Seguidamente es donde necesitamos enfocar nuestros esfuerzos en lograr una fluida captación de visitantes.  Se trata de los portales en la Internet donde presentamos nuestra oferta. Precisamente en esta fase hemos errado en la presentación y la selección de tecnologías.  Todas nuestras pautas publicitarias invitan al curioso a visitar el portal www.visitpanama.com que no ha sufrido cambios ni sustanciales ni cualitativos durante los últimos años.
 
Este descuido nos resta importante competitividad con nuestros rivales en cada uno de los segmentos especializados de turismo que ofrecemos.  Como ejemplo, citando el portal de la Secretaría  de Turismo de México, el rubro de sol y playa refleja constantes, copiosos y significativos cambios.  Pero no es solo allí la insuficiencia, lo es también en la falta de la adecuada selección de las cambiantes tecnologías y la migración
hacia ellas.
 
Señalamos como referencia el exitoso lanzamiento del teléfono celular  IPhone de Apple en 2007, posicionado actualmente en el cuarto lugar en ventas mundiales, con un pronóstico de 100 millones de unidades en mano de usuarios antes de finalizar el año en curso.  La popularidad de este aparato se atribuye, fundamentalmente, a las más de 350,000 aplicaciones disponibles a través de la Internet, muchas de ellas gratuitas, en diferentes categorías tales como negocios, juegos, entretenimiento, educación y la que nos compete como enfoque de este artículo: viajes (travel).  Cabe añadir que dado su coste, el perfil del usuario del IPhone
refleja típicamente personas de mayores ingresos,  que es un selecto grupo que anhelamos integrar al turismo istmeño. 
 
Un ejemplo de una aplicación muy práctica para el viajero frecuente es FlightTrack. Este programa rastrea vuelos, con sus correspondientes mapas de fondo, provee información real de salidas y arribos, números de puertas, retrasos, itinerarios y otros detalles de más de 4000 aeropuertos y 1400 aerolíneas alrededor del mundo, revisando minuciosos detalles como el radar de meteorología y otra información relevante como tiempo de vuelo real y estimado, tipo de avión, velocidad y altura de  desplazamiento.
 
Otras aplicaciones interesantes incluyen guías de ciudades, entre las cuales quisiéramos destacar la guía de Ginebra, Suiza.  Su menú incluye un mapa interactivo, tours, historia y recursos útiles, tales como transporte, hoteles, sitios de esparcimiento y restaurantes. Esto se presta como un valioso ejemplo de la aplicación que merecemos   desarrollar para la ciudad de Panamá y otras diferentes metrópolis istmeñas.  Otras aplicaciones de ciudades que resaltan al estudioso son: Tour San Francisco (California), San Antonio (Texas) y Greater Miami Convention & Visitors Bureau (Florida).
 
Las aplicaciones a nivel país, en nuestra opinión, que mejor mercadean sus correspondientes destinos son Francia y México. La república de Panamá no aparece siquiera en el directorio de aplicaciones para IPhone de Apple, en su lugar encontrando varios ejemplos de aplicaciones que describen los servicios disponibles en Panamá City, Florida.  Dado el bajo costo de la confección de aplicaciones y los buenos ejemplos disponibles, deberíamos dedicar esfuerzos a la realización de esta tarea a la brevedad del caso.  Esta fecunda labor debe ser permanente, asignando personal especializado y plurilingüe a esta importante faena en pro del desarrollo de un turismo de altura en Panamá. 
 
Imagínese, apreciado lector, si el ínfimo 1% de los usuarios de IPhone  optarán por visitar Panamá como resultado de esta faena, ¡incrementaríamos el turismo un 50% anual!

Ello complementaría categóricamente la actual campaña publicitaria internacional para ampliar el número y calidad de visitantes y es tan solo un ejemplo de diferentes domicilios en la Internet y herramientas domicilios en la Internet y herramientas tecnológicas que nos corresponden examinar, descifrar y utilizar, honrando así sabiamente el aforismo de Bacon: Sabiduría es Poder.

La Importancia de un Sueño

La Estrella de Panamá
Miércoles, 25 de mayo de 2011
La Importancia de un Sueño
Jaime Figueroa Navarro
Fue la generación de posguerra la que coincidió con el sueño del patriarca del movimiento negro estadounidense, el insigne y valiente Dr. Martin Luther King, desalmadamente asesinado en Memphis, Tennessee, durante la primavera de 1968. Su legado y pensamiento transformó al mundo para siempre, ilustrándonos sobre el genuino significado de la igualdad racial y haciendo posible la elección del brillante presidente Obama.  Éramos una juventud que escuchaba la música de los Rolling Stones y los Beatles, exigiendo cambios a un statu quo que tercamente se adhería simbólicamente a Vitalis, el tónico con olor a zanahorias que se frotaban nuestros antecesores en el cabello.
 
Ese mismo verano el candidato presidencial Robert Francis Kennedy, regente de esa mocedad  rebelde de cabellos largos, rememorado por su célebre frase: “Muchos ven las cosas como son y dicen ¿por qué? Yo veo cosas que nunca fueron y digo ¿por qué no?”, también sucumbe a balas asesinas durante la celebración de las primarias del partido Demócrata en California.  ¡Cómo hubiese acelerado el cambio en el planeta  si este brillante representante de Camelot hubiese tenido la oportunidad de liderar el letárgico mundo del presidente Johnson y su maltrecha Vietnam!
 
A mediados de junio de 1968, a los 15 años, acaeció mi primer viaje a Paris, ciudad sitiada por estudiantes en abierta rebeldía contra la V República de De Gaulle.  Era un mundo en metamorfosis, de cambios radicales que permitieron la evolución que actualmente vivimos.  Los jóvenes cuestionábamos y éramos partes del cambio.  Fue un verano inquieto en las riberas del majestuoso Loire y el castillo de Amboise, albergue medieval del genial Leonardo da Vinci, donde me impregné en la extensa historia de la gran Francia y su lengua, llevando a cabo encuestas sociológicas vespertinas donde nuestro grupo de estudiantes internacionales visitábamos desde panaderías hasta viñedos para  intimar las particularidades de la  personalidad gala y calar profundamente su identidad que hasta la fecha atesoro.
 
Esta introducción sirve para reflexionar sobre la primordial necesidad de abrigar un sueño, de gozar de una visión amplia y ahondarla apasionadamente.  En turismo eso se refleja en servicio de calidad, apego a los detalles y el reflejo de nuestra identidad nacional en todas las actividades que emprendemos. Veamos algunos ejemplos particulares de lo que no es y podría ser.
 
La incorporación de un restaurante gourmet con ofertas de la exquisita variedad culinaria panameña en el área de restaurantes del aeropuerto de Tocumen con un variado menú que incluya licuados de guanábana, ceviche de corvina, bollos preñados, cóctel de langostinos, tamales de olla, dulce de  marañón y un sinfín de otras ofertas de lo nuestro.  Somos de la opinión que este sería un rotundo éxito en el mercadeo istmeño porque el turista en tránsito lo que busca en un aeropuerto es precisamente la oferta diferente y única del destino. 
 
Tratando el tema de turismo gastronómico, desarrollar excursiones en las áreas de mayor presencia turística embelesando el globo entre el actual mercado del marisco y el terraplén con variados restaurantes, hoteles boutique y sitios de interés turísticos, que bien podrían incluir como accesorio un museo en el Barrio Chino que exponga la trayectoria de esa importante colonia y su cooperación en el desarrollo del país.  Esto repercutiría en la expansión del Casco Antiguo tradicional para incluir los extramuros, haciendo del sitio un soberbio atractivo.
 
El país necesita centros de diversiones para los infantes, adolescentes y niños de todas las edades, incluyendo nuestros visitantes.  Recuerdo como si fuese ayer, los trencitos, caballitos y diversos atractivos ampliamente visitados que ofrecía la familia de la Espriella en el Parque Urraca.  Ahora vemos con nostalgia cómo nuestros chicos se encierran en aparatitos y celulares, retraídos del mundo y faltos de comunicación con sus semejantes. Un parque temático de diversiones en la capital, a gran escala,  incrementaría significativamente nuestra oferta turística.
 
Retomando nuestras vivencias en el Castillo de Amboise, una experiencia educativa para ilustrar las actividades del Panamá colonial, sería la implementación de programas de luz y sonido en las ruinas de Panamá Viejo y el Casco Antiguo, integradas a espectáculos de piratas en la isla de San Pedro de Taboga que podría albergar un galeón, giras de avistamiento de cetáceos y un  museo en conmemoración a Paul Gauguin, el célebre pintor francés que habitó la isla antes de su partida a la Polinesia Francesa.
 
A la usanza de la impresionante oferta Azteca en Xochimilco, pero en tierra, bien pudiésemos licitar el patio repleto de diablos rojos adquiridos por el gobierno para la implementación del sistema del Metro Bus, remozándoles con aire acondicionado, butacas confortables y un sistema de comunicación completo con un bien entrenado guía y contar con una flota que refleje nuestra especial personalidad para giras turísticas en la ciudad y el interior del país.
 
Un sueño con reflejos de nuestra identidad nacional, abriendo el compás hacia un turismo variable, que permita al máximo la evolución de la oferta en nuestro entorno. Similar a la forma como los sueños de Luther King, Kennedy y su generación cambiaron el mundo para siempre, el reto existe para que juntos implementemos cambios vivaces que embellezcan nuestro destino que nos eleve hacia niveles más allá del turismo convencional que actualmente prodigamos.

Porquería en Amador




Diario El Panama America

Domingo, 22 de febrero de 2009


Porquería en Amador

Jaime Figueroa Navarro

¡Por doquier ronda la basura en la calzada!  Resulta harto bochornoso que un sitio diseñado para el turismo refleje el sucio hábito de muchos de nuestros conciudadanos que no logran entender que lanzar basura es una falta de respeto hacia ellos mismos y todos los que les rodeamos.  Esto lo pude constatar durante mi caminata dominical en el causeway que da la bienvenida a la entrada Pacifica del canal.    ¡Polución en tierra, mar y aire…uno piensa si el fuego como cuarto elemento de la ciencia ática, debiera purificar la porquería rampante que atosiga y mata!  Estoy hablando de un cambio integral liberador de cuerpos y almas.  Nunca más de lo mismo sino todo lo contrario.
¡Ha llegado la hora de tomar acción!  No podemos desarrollar un turismo de altura si los ciudadanos no cooperamos en mantener nuestras ciudades, campiñas, ríos y mares limpios de bazofia.  Panamá posee un potencial turístico extraordinario y lo estamos echando a perder por la inacción de las indiferentes autoridades y de algunos roñosos vecinos.
La solución estriba en múltiples acciones.  Preparatoriamente nos tocaría agrupar voluntarios en un gran fin de semana de limpieza nacional donde un esfuerzo conjunto nos permita recoger los desperdicios a nivel de barrios y poblados, carreteras y playas, dotando paralelamente a los centros urbanos de cientos de basureros con sus respectivos buzones para evitar la entrada de lluvia o alimañas.  Organicemos agrupaciones de Ciudadanos contra la Basura que tengan responsabilidad de educar a los ciudadanos a nivel comunitario, llevando a cabo campañas de concientización de todos para todos. 
Iniciemos la campaña “Mantengamos Panamá Hermoso”   como un esfuerzo conjunto del gobierno y el sector privado, premiando a las comunidades que tengan los más elevados índices de salubridad.  
Dotemos a todas las comunidades de la república con modernos equipos para la remoción de basura con horarios fijos de recolección.  Analicemos también la posibilidad de licitar la remoción a través de empresas privadas especializadas en el rubro de reciclaje gratuito o a bajo costo.  Esta iniciativa en particular gozaría  del irrestricto apoyo ciudadano.  Responsabilicemos a los alcaldes por este brío insistiendo que sea su tarea prioritaria, negándole subsidios al que no cumpla y destituyendo al que lo ignore.  El negocio de aprovechamiento de las basuras es adoptado en muchas localidades sin que cueste un centavo a sus residentes.
Recuerdo el inmueble que albergaba los tribunales en la ciudad septentrional de Worcester, estado de Massachusetts en Estados Unidos, donde trabajé  a tiempo parcial como traductor simultaneo durante mis abriles de escuela preparatoria.  En la parte superior del pórtico estaba escrito en letras doradas  Obedience to Law is Liberty (Libertad es Obediencia a las Leyes). Castiguemos ejemplarmente a aquellos que insisten en arrojar desperdicios con severas multas, mínimas de cien balboas.  Algo afín hacían en la antigua Zona del Canal y los compatriotas cochinos no tiraban su basura allí.  Humillando al mugriento y castigando al asqueroso lograremos mucho más que ignorándolos.  ¡Es esta la esencia del verdadero cambio!
El autor es especialista en turismo. 

Remando por el Istmo


REVISTA MIA
Remando por el Istmo
Lunes, 23 de mayo de 2011
Jaime Figueroa Navarro
De niño acostumbraba recibir con entusiasmo la temporada lluviosa.  En aquellos tiempos, vivíamos en un Panamá verde, dotado de árboles frondosos, donde la Avenida Balboa terminaba poco después del Parque Urracá y me convidaban mis amigos a excursiones a la desembocadura del Rio Matasnillo en cuyas orillas arenosas, a la altura del puente del hoy Multicentro, veíamos desde lejos los lagartos regordetes por la dieta de abundantes pajarillos, peces y reptiles que abundaban por el área.
El Panamá Hilton, ahora Hotel El Panamá, era el edificio más alto de la capital y en Punta Paitilla permanecían aun los rieles de las baterías instaladas durante la Segunda Guerra Mundial por el ejército americano para la defensa del canal.  No existía edificio alguno.
El verano era la época seca y jamás llovía, ni siquiera un bajareque.  El invierno solía comenzar como reloj, la primera semana de mayo, durante las tardes.  Era precisamente la  semana del inicio del año escolar.  Las lluvias refrescaban el ambiente y eran absorbidas cuan esponja por la sedienta tierra.
¡Como han cambiado los tiempos!  La semana pasada durante el primer azote de lluvias, la ciudad parecía hermana gemela de Venecia y me decía un amable visitante que ahora comprendía porque al panameño le gusta el automóvil 4X4.  Le riposté que, muy por el contrario, si deseas impresionar a alguien, llévale a la gasolinera más cercana el próximo fin de semana.  Me costó $73 el paseíto y eso que mi Prado es diesel.  Para nada le gusto eso a mi señora quien de seguro, en su defecto, hubiese adquirido una prenda de vestir, o dos en Albrook.
Durante una reciente visita a la localidad de Torino, en el noroeste de Italia opté por estrenar un automóvil Fiat 500 o como le dicen en italiano: “cinquecento” durante una visita a la Riviera francesa.  Es tan pequeño el vehículo que no cuadraban las maletas, obligándonos a viajar con un maletín de fin de semana.  Su kilometraje, no obstante, es envidiable y me sentí como un James Bond al maniobrar sobre las excelentes autopistas europeas.  Cuál fue mi sorpresa al llegar a una estación de expendio de gasolina y enterarme que su costo era de $12 por galón y que para llenar el tanque de este “juguetito” me devolvieron unas moneditas al entregar $100. 
Esta moraleja italiana nada tiene que ver con Panamá, por supuesto, pero es que debemos tener bien claro que si aquí llueve, allá no escampa, por lo menos en lo que al costo del petróleo se refiere.  Otra moraleja, es que en las calles de nuestra capital, un Fiat 500 al momento de sufrir un leve accidente, te ahorraría el costo de tu ataúd.  
Fue entonces que se me ocurrió que con la mudanza del Muelle Fiscal a Vacamonte y la incipiente metamorfosis de Boca La Caja, a Punta Pacifica II o San Francisco III, como sea que le llamen a la nueva extensión, tenemos la oportunidad de adquirir a buen precio una panga y chalupear por la ciudad cuando se desaten las lluvias. 
Más aun con marea alta, cuando en vez del desague por las alcantarillas,  el efecto es el contrario.  De ello me percato cada vez que transito por la calle entre Punta Paitilla y Punta Pacifica, a la altura del Super 99, donde hay un permanente riachuelo de aguas negras en el semáforo, que los vecinos cariñosamente han apodado “el lava autos” y los trabajadores de la construcción no pueden esquivar cuando salen de su trabajo.  La solución del problema en esta esquina bien podría ser el proyecto de graduación de un grupo de brillantes ingenieros universitarios, ya que el IDAAN no ha podido resolverlo durante más de dos años.
La compra de pangas nos ahorraría mucho dinero y el estrés de los infernales tranques, que ya nos anunciaron, serán peores una vez inicien las obras del Metro. 
Para los meses de verano, pienso presentarme a uno de los remates del hipódromo y adquirir un caballito pura sangre que ya no corra, que me servirá de transporte, de paso, aprovechando para abonar los amarillentos herbazales de la Cinta Costera.  
Para los meses de verano, pienso presentarme a uno de los remates del hipódromo y adquirir un caballito pura sangre que ya no corra, que me servirá de transporte, de paso, aprovechando para abonar los amarillentos herbazales de la Cinta Costera.  De seguro, al convertirse esta en una popular opción también aumentaran el precio de las pacas de paja. 


La Gallina o el Huevo

La Estrella de Panamá
Miércoles, 17 de agosto de 2011
La Gallina o el Huevo


JAIME FIGUEROA NAVARRO

Cifras de la Asociación Panameña de Hoteles indican que la ocupación en hoteles de más de 100 habitaciones descenderá del 70% al 38% entre 2011 y 2012 en Ciudad de Panamá.  Este fenómeno se debe, entre otros factores, a la disponibilidad de 6,000 nuevas habitaciones, pero más que todo a la falta de planificación y aplicación de estrategias complementarias.
 
Sabíamos con amplio tiempo que esto iba a ocurrir.  Ahora vemos, con sentida preocupación, que no contamos con los suficientes colaboradores, fomentando un canibalismo en recursos humanos cuyo resultado ha sido inflar el costo de operaciones de hoteles cuyas tarifas ya estaban por encima de otros destinos de competencia.
 
Como destino turístico, Panamá requiere ampliar su oferta más allá de la capital.  Aeropuertos internacionales, centros de convenciones, abundantes sitios de recreo y entretenimiento, todos en provincia.  Nuestro errado enfoque capitalino, plasmado claramente en el Plan Maestro de Turismo Sostenible 2007-2020, inicia a golpearnos. 
 
Siempre hemos predicado la necesidad de una encuesta de opinión al turista.  Entre otras, para conocer a ciencia cierta quienes son turistas, porque las cifras oficiales reflejan, por ejemplo, las entradas de extranjeros a través de Tocumen.  Muchos extranjeros que ingresan al país por el aeropuerto no son turistas, son hombres de negocios, funcionarios de empresas multinacionales que han escogido nuestro país como sede regional o marinos en tránsito.  Amén que una encuesta al turista nos provee valiosa  retroalimentación sobre el comportamiento diario del mercado y la satisfacción del visitante.
 
República Dominicana, geográficamente más pequeña y económicamente menos rica que Panamá, cuenta con 5 aeropuertos internacionales, construidos por concesión, no utilizando los impuestos de los contribuyentes.  Pisan 52 aerolíneas sus aeródromos (ver www.aerodom.com).
 
El estado Mexicano de Quintana Roo, particularmente Cancún y la Riviera Maya, recibe ordenadamente  12 millones de turistas anuales en un área de 100 kilómetros de longitud.
 
La diferencia entre estos destinos y el nuestro, es la ordenada planificación de hostales, infraestructura vial, marina y aérea, al igual que desarrollos de proyectos de recreación y el adecuado mantenimiento y explotación de sitios históricos.  Resulta ingrato, por ejemplo, que el sitio arqueológico maya de Tulum reciba más visitantes anuales que la Ciudad de Panamá La Vieja, precursora en el Pacifico de las Américas.
 
Pesa mucho, que cerca a Tulum existen sitios de esparcimiento familiar tales como el Parque Ecológico Xcaret (ver www.xcaret.com.mx) y el acuario de Xel-Há (ver www.parquexelha.com.mx), inexistentes en Panamá.
 
Fomentando el desarrollo de infraestructura de recreo (¿que hace un turista en Panamá después de ir de compras y visitar el Canal y el Casco Antiguo?) lograremos amplificar la captación de turistas al istmo.



Hacia el Desarrollo del Turismo Integral

Diario La Prensa
Jueves, 2 de junio de 2011
Hacia el Desarrollo del Turismo Integral

Jaime Figueroa Navarro -

Aplaudimos las pautas de la recién anunciada campaña publicitaria de Panamá que sirve para exhibir al mundo el enorme atractivo turístico del istmo, anexamente reflejado en un dinámico comentario del diario The New York Times que nos alaba como: “un escarmiento de vida y belleza natural” (an embarrassment of wildlife and natural beauty). La publicidad es eficiente en atraer la atención de las masas globales que escudriñan destinos exóticos, únicos y diferentes. El dilema estriba en cumplir eficazmente con los atributos presentados en la propuesta.
 
Somos de la opinión que para el desarrollo eficiente de un programa sistémico de turismo hacen falta propuestas categóricas, algunas de las cuales nos permitimos mencionar a continuación. Ante todo, hace falta un cambio a la equivocada orientación capitalina. Para lograr el desarrollo integral del país, y no solamente en su turismo, sino también en su dispar economía, a gritos hace falta una enérgica dispersión hacia provincias. Citando el titánico ejemplo del perfeccionamiento del turismo de diversiones, notamos cómo Orlando con sus 50 millones de visitantes anuales, ha sobrepasado a la Gran Manzana, Nueva York, como el destino primordial del turismo norteño.
 
Ponderamos el desarrollo de una nueva ley de incentivos turísticos bajo la cual Panamá lograría convertirse en un destino secundario en este espíritu, entre otras razones por nuestra excelente posición geográfica y la falta de visado de millones de potenciales turistas a Orlando, perfeccionando de esta manera nuestra oferta.
 
Si examinamos la positiva repercusión durante el presente siglo, de la edificación de novedosos centros comerciales, que superaron los centros tradicionales de la Avenida Central, Calidonia y otros en el desarrollo del turismo de compras, lograremos entender el porqué en la actualidad, por accidente y consecuencia, este renglón resulta porcentualmente el de mayor importancia en la captación de turistas hacia el país.
 
Desarrollando destinos para la adecuada implementación de un puerto de cruceros en Amador, desde donde partan y culminen cruceros en el Pacífico, se hace evidente el enorme atractivo, en adición a una obligatoria escala en la fascinante y folclórica península de Azuero, de dos importantes parques nacionales, Darién y Coiba, que servirían de imán ecológico a nuestros visitantes, ofreciendo opcionalmente excursiones de pesca deportiva en las mejores aguas del mundo.
 
Urge la dinámica señalización en castellano e inglés de toda la red nacional de carreteras, incluyendo sitios de interés histórico, integrados a centros de bienvenidas provinciales, que reflejen la arquitectura particular de la zona, donde el turista pueda instruirse sobre los puntos de interés particulares que le interese conocer, suplirse de literatura y conocimientos sobre la oferta de hoteles, restaurantes y otros sitios de esparcimiento, con la asistencia de mapas y guías plurilingües, al igual que se permita saborear un abrebocas de los manjares tradicionales del área y adquirir artesanías regionales.
 
Ligado a la campaña publicitaria, se impone un programa permanente de conferencias internacionales por un distinguido grupo de agregados de turismo en selectas embajadas panameñas alrededor del globo, implementando, entre otras, estrategias específicas de ciudades gemelas que beneficien a la república con visitantes de destinos concretos con los cuales deseamos establecer una relación estratégica. Cito el ejemplo de la diminuta pero fascinante isla de Aruba, que a través de su programa de integración a Boston como ciudad gemela, genera cientos de miles de visitantes anuales originarios de esa acaudalada urbe.
 
Al explotar nuestra trascendental riqueza histórica y cultural merecemos desarrollar polos de turismo específicos a través de la realización de proyectos sencillos y económicamente factibles, como el despliegue del Camino Real entre Panamá Viejo y Portobelo como un sendero histórico/ecológico que sintetice en Panamá la actividad que actualmente auspicia el Camino de Santiago de Compostela en España, con más de 100 mil visitantes anuales y que no cuenta ni con el impresionante verdor ni el atractivo de convertirse en el primer sendero peatonal turístico entre dos océanos en el mundo.
 
A la luz de los portales de mayor número de visitantes en el turismo mundial, como visitfrance.com o visitmexico.com, bien pudiésemos emular sus atributos que nos permitan adecuar nuestro portal visitpanama.com a las enigmáticas campañas publicitarias, de manera que el turista que nos explora cibernéticamente se lleve una imagen profesional y deleitante del destino. Finalmente, apremia que se aplique una encuesta al turista, a su salida de Tocumen, como medición de su satisfacción, que nos brinde un termómetro diario sobre lo que hicimos bien y las áreas que podemos perfeccionar, que contará indudablemente con valiosas recomendaciones para mejorar aún más nuestro destino.
 
Estas son algunas de nuestras propuestas que de cristalizar dotarían a nuestro destino de una tónica particular creando un número creciente de plazas de trabajo y permitiendo el desenvolvimiento de noveles programas educativos en turismo, como un fenómeno jamás visto en nuestra historia, que dote a nuestros compatriotas de profesionalismo y la capacidad de desenvolverse en varias lenguas, mejorando su calidad de vida, que le permita un pleno desarrollo económico y social, eliminando de esta forma la inaceptable brecha entre los ricos y los pobres en el istmo.

¿Turismo en Panama? Iniciemos por Tocumen

Turismo Global
Madrid, España
19 de enero, 2010
Panamá y su Turismo
¿Turismo de alto nivel en Panama?
Iniciemos por Tocumen
Jaime Figueroa Navarro
Nos confunde la edición sabatina del diario Panamá América con su artículo titulado “Atraerán a turistas de alto poder adquisitivo con plan”.
Si bien es cierto que las buenas intenciones del gobierno y de todos los panameños es un desarrollo turístico que incremente la empleomanía, riqueza y calidad de vida al igual que el porcentaje de ingresos que representa la industria al fisco para el desahogo impositivo de todos los otros sectores, continuamos en ascuas en cuanto a planes de desarrollo y el significado de un turismo de altura.
En la misma edición me atribuyen que “a la sociedad panameña le hace falta ‘vocación turística’ y el mejor ejemplo es la subutilización del aeropuerto de Tocumen”. Y es bien acertada la imputación.  Desde mi retorno al istmo en 2002 he dedicado no menos de una docena de artículos al desprestigiado aeródromo.
Tal malsano camaleón, la metamorfosis de Tocumen nos expone una terminal físicamente optimizada pero asombrosamente, gobierno tras gobierno, nos hemos quedado atrás en sus más elementales pinceladas y el trato al usuario permanece a todas luces menguado.
Ante todo, ¿Cuándo intentaremos escuchar al turista?  Aquí tomamos decisiones al libre albedrio sin consultar al jugador clave en la ecuación.  No logramos comprender que el mercadeo más exitoso es aquel que está dirigido hacia la optimización de la satisfacción del turista.
Seguimos golpeándonos contra la pared bajo el maquiavélico control de grupos de interés que solamente velan por sus intereses y no los de la nación.  Al turista lo maltratamos e ultrajamos sin importarnos las consecuencias.
Se hace ineludible una encuesta de opinión al turista, administrada por un ente privado e independiente, que nos permita medir la satisfacción de nuestros visitantes.  Harto hemos solicitado esta acción ante los oídos sordos de nuestras autoridades, gobierno tras gobierno, básica para la medición de la capacidad de nuestros funcionarios de turismo y de nuestra marca país.  Si llevamos a cabo evaluaciones anuales del desempeño a todos nuestros empleados ¿cómo es que no lo hacemos en la industria de mayor relevancia al país?
La encuesta reflejaría resultados científicos que nos permitan enfocarnos en áreas de acción prioritarias y un termómetro diario de nuestro desempeño.  ¿No es eso lo que reclamamos como contribuyentes?
Tocumen goza de un tráfico anual de cinco millones de usuarios, de los cuales aproximadamente tres millones y medio se catalogan de tránsito.  Estéril resulta la terminal en cuanto al mercadeo del país como destino turístico.
¡Si allí maximizáramos la venta de nuestro destino tan eficientemente como se venden perfumes, cigarrillos y licores, logrando, por ejemplo, un minúsculo retorno del 10% de los transeúntes, lograríamos incrementar nuestra cifra anual de turismo aproximadamente en un 25%!
Es cierto, somos un país joven, pequeño y en pañales en lo que a turismo se refiere, ¡pero con un formidable potencial!   El Museo de Biodiversidad, nuestro homérico icono a partir del próximo año, se encargará de revelar nuestro singular papel en el desarrollo de la civilización humana.
¿Imagínese usted, amable lector, si la última majestuosa obra de Frank Gehry, el Museo Guggenheim, incrementó el turismo en un 5,000% en Bilbao, sus resultados aquí si estampamos su preeminencia en la terminal aérea e invitamos a nuestros transeúntes a retornar para conocerlo?
Por enésimo año consecutivo, nuestro café obtiene el máximo galardón mundial.  ¿Cuándo gozaremos de kioscos por doquier que lo ofrezcan, con el cintillo #1 coffee in the world? Nos enorgullecen nuestros orfebres e indígenas con muestras de artesanías únicas en el orbe ¿Cuándo las brindaremos en establecimientos diversos del aeropuerto?
Muchos son los turistas que alaban la variada oferta culinaria de nuestros restaurantes, que gozan, por ejemplo, del sabor de nuestros ceviches, langostinos y frutos de mar, bollos, arroz con coco y guandú, chicha de guanábana y frutas tropicales, entre otros.  ¿Hasta cuando el monopolio de un refectorio caro, con pésima oferta y triste servicio?  Amén de la falta de un plural numero de sitios de expendio de diarios y libros, comunes en todos los aeropuertos.
El influyente Robb Report nos comercializa como el mejor destino de pesca fuera de borda, con casi doscientos records mundiales.  ¿Cuándo nos venderemos como tal, exhortando al turista su visita para practicar este menester en lugar de otros destinos frecuentes como Florida, México, el Caribe y Costa Rica?
La prestigiosa Audubon Society nos reconoce con el galardón como el país con la máxima diversidad de aves.  ¡Más especies que Norteamérica y Europa juntos!  ¡Somos en adición al principal centro marítimo del orbe, la sede de su más excepcional variedad ecológica!  ¡Somos el único destino donde a brevísimos minutos del centro de la ciudad nos encontramos una fascinante jungla con una excepcional flora y fauna!
Cuando las álgidas paredes y rincones de Tocumen reflejen todas nuestras bondades, cuando afables y plurilingües funcionarios atiendan a nuestros visitantes con la singular hospitalidad que somos capaces de reflejar y cuando el aeropuerto se convierta en el reflejo de un panameñismo harto profesional, cálido y apasionado, entonces podremos iniciar la labor de su destello a través del istmo para poder atraer un verdadero turismo de alto nivel.  Este es el quijotesco reto que lanzamos a todos los panameños.
Tenemos la oportunidad de afrontar este desafío con la misma altura que enfrentamos en compromiso de administrar eficientemente el canal interoceánico la década pasada. Lo logramos con sobresalientes notas, mejorando a creces la administración Norteña cuando muchos apostaban a nuestro fracaso.
¡Somos los fenicios del siglo XXI! ¡Hagámoslo!