lunes, 24 de septiembre de 2012

¡Guararé, Guararé, Guararé!

Miércoles, 26 de septiembre de 2012
¡Guararé, Guararé, Guararé!
Jaime Figueroa Navarro
En provincias centrales, descendiendo la carretera interamericana al sudoeste de la península de Azuero en Divisa, nos encaminamos a la hermosa Tierra del Chucu Chucu en la folclórica provincia de Los Santos, tierra de gente sana, henchida de panameñidad, verídicos devotos al afecto nacionalista que imponen cátedras a ilusos visitantes de otros rincones del istmo en la pasión por lo nuestro.
Nos relata Gaspar de Espinosa en sus crónicas que los primeros colonos del área comprendió un grupo de pudientes españoles que escaparon al saqueo de ciudad de Panamá por Henry Morgan en enero de 1671 encallando en la parte baja de la península fundando poblados, entre los que se encontraba la aledaña aldea de Las Tablas, cuyo nombre surge de los tablones del galeón, utilizados para la construcción de sus primeras viviendas.
Acompañando un nutrido grupo de la Asociación Anglo Panameña de Cultura, el pasado viernes asistimos a la ceremonia de coronación de la encantadora reina S.M. Alexandra Mercedes Vargas Benavides,  soberana del XLII Festival Nacional de la Mejorana en el parque central de Guararé. 
Escuchando de trasfondo las tonadas “Guararé, Guararé, Guararé” con derroche de inspiración folclórica y sentimientos que surgen del alma, la pulcra ceremonia incluyó un homenaje a S.M. Julissa Aguilar, guapísima reina del XXXIX Festival en sus Bodas de Plata y S.M. Denis Espino, reina del XIV Festival en sus Bodas de Oro, quien lastimosamente no pudo asistir por quebrantos de salud. 
Para aquellos enamorados de Panamá, esta noble reverencia de gente sencilla como sus notables protagonistas, embelesados por los atuendos típicos mas preciosos del orbe hace erizar el alma y cabalgar el corazón, emanando lagrimas de orgullo nacional y un profundo agradecimiento a la Virgen de las Mercedes, Patrona de Guararé en la solemnidad de su centenario, por el grandioso privilegio de presenciar semejante gala.  ¡Es esta la suprema exhibición del esplendor istmeño!
El fin de semana estuvo repleto de afanes particulares, entre otros, concursos de tambor, acordeón y decima cantada infantil y de toque de mejorana, presentaciones folclóricas de grupos regionales y el gran desfile de carretas, seguido por un Salve y Procesión en honor a Nuestra Señora de las Mercedes.
Todo esto con resabios de carne en palito, torrejitas de maíz nuevo, ensalada de toldo y puerco asado a tutiplén, sonrisas regaladas y nuevas amistades por doquier.  Si se lo perdió, el año próximo tiene un compromiso con lo nuestro, un obsequio al corazón.  ¡Viva Guararé, he dicho!

lunes, 17 de septiembre de 2012

Pescando Turistas



La Estrella de Panamá
Miércoles, 19 de septiembre de 2012
Pescando Turistas
Jaime Figueroa Navarro

Contemplamos el vertiginoso crecimiento del Aeropuerto Internacional de Tocumen, otrora un icono al art deco con sus lustrados pisos de piedra caliza, restaurante de legitimo lujo y servicio con cariño arropado de vidrio en el segundo piso, donde también se ubicaba la extensa terraza de observación, obligado sitio de reunión de familias enteras, sin distingo de clases, que concurrían para no perder de vista el arribo de algún gigantesco 747 de Pan American o para despedir, con aroma a Jean-Marie Farina, ataviados con sus mejores prendas dominicales, el obligatorio pañuelo y la hebilla con sus iniciales en oro,  al afortunado y ensacado pasajero estrella, que giraba al final de las escalerillas de los aviones de Panagra, Braniff International y otras aerolíneas de la época, para despedirles simbólicamente agitando el sombrero, como si se tratase de un ultimo adiós.  Así era nuestra terminal aérea hasta hace escasos treinta y cinco años.  Plena de originalidad y distintivo.

El Aeropuerto Internacional de Tocumen fue inaugurado el primero de junio de 1947 por el Presidente Enrique A. Jiménez.  El pabellón aéreo original se estrenó siete años después, en 1954, durante la administración del Coronel José Antonio Remón Cantera y opera actualmente como su terminal de carga.

Como resultado del incremento en el tráfico aéreo, se ejecutó  la construcción del actual aeropuerto, inaugurado el 15 de agosto de 1978.  El flamante Muelle Norte, con 12 nuevas puertas de embarque inició operaciones en abril de este año, dotando al aeródromo con un total de 40 puertas de embarque, expandiendo su capacidad de 5 a 10 millones de pasajeros por año, exacerbando su valía como la mejor vitrina de nuestro país al mundo.

Nos preguntamos como gozando con la excepcional oportunidad de exponer a los millones de pasajeros en transito los particulares atractivos istmeños, en su lugar vegeta un melancólico bazar, estampa de centros comerciales globales, que en nada beneficia al turismo nacional.  Una falta de imaginación, nacionalismo y aprovechamiento turístico funestamente exhibe la actual administración, en nada diferente a las anteriores.  Escuetos intereses comerciales reflejan nuestros líderes, beneficiando a un puñado de comerciantes en vez de transfigurar Tocumen en una aventura para el visitante que le incite a volver e intimar esta linda tierra. 
 
Malgastados millones en publicidad que poco impulsan el caudal de nuestro destino, bien pudiesen puntualizarse en la presentación de un aeropuerto, que al abrir el telón, en escena ilustre Panamá, su verdor y polleras, sus exóticos platillos y los mejores cafés del orbe, su extraordinaria historia y particulares atractivos, donde el visitante marche con un distintivo apetito por regresar, posterior a paladear un suculento ceviche de corvina, una crema de pixbae y pepitas de marañón engulléndoles con una chicha de guanábana.

Estrenando Panamá el mayor número de marcas en pesca deportiva mundial, bien valoraríamos asentar un esfuerzo similar en el más lógico de los sitios para cautivar turistas.  No dejo de anhelar que algún día nuestro país disponga de individuos con visión, patriotismo y agallas, para el logro de este particular sueño para el beneficio de nuestro turismo y de todos los panameños. 

viernes, 14 de septiembre de 2012

Salpicando Adagio, Allegro y Variación

Revista Panart
Artículo de Portada
Edición del IV Trimestre 2012

Salpicando Adagio, Allegro y Variación
Jaime Figueroa Navarro
De bellas piernas y una hermosa cabeza que luce con gran distinción, adornada de la gracia de un corcel andaluz se desliza Manuelita Navarro Vallarino, primera figura del ballet istmeño, sobre el encerado piso de madera de la sede del ballet nacional en Diablo, área canalera, donde a diario ejercita con la disciplina de un cosaco poco mas de cinco horas acompañada de una veintena de colaboradores para posteriormente dedicar cinco horas y un tanto adicionales a dictar clases de ballet a jóvenes entre 3 y 18 años en la Academia de Danzas Steps.
Nacida en Ciudad de Panamá, un 3 de enero de 1989, este tesoro nacional que usted no puede perderse es reconocido por su dominio del ballet, convirtiéndose en embajadora de nuestra cultura en los rincones más recónditos del mundo. 
Dotada de movimientos rápidos, igual que su temperamento, Manuelita Navarro Vallarino, a sus 23 abriles, ha interpretado variadas obras de ballet en los lejanos tablados  de Rusia, Polonia, Alemania, Luxemburgo, Francia y Holanda, y, más próximo, en Estados Unidos, Sudamérica, Centroamérica, Cuba y el Caribe. 
Fue su maravillosa e impredecible mentora, Cristina de la Guardia de Berguido, de la Academia de Danzas Steps propiedad de Patricia Galindo de Orillac, quien le imprime a los siete años un particular estilo en el escenario haciendo brisés que parecen más veloces que la luz.
Mientras generaciones enteras de bailarinas languidecen entre bastidores, se roba Manuelita papeles protagónicos iniciando a una tierna edad.
A los cinco años, identificada con el amor y la magia, nuestra apasionada ninfa descubre el ballet al avispar el canal Classic Arts en la televisión, hechizada por el diestro amasijo entre la música y el baile, siendo su primera maestra  la Profesora Cristina Quijano.
A los nueve años, su arrebatadora virtuosidad la lleva a competir en el Certamen Internacional Juvenil Centroamericano donde conquista la medalla de plata, intercalada por medallas de oro y plata en las tres siguientes competencias regionales en Republica Dominicana, El Salvador y Guatemala.
Ya a los doce años, su impecable estilo alcanza un relieve inusitado al hacerse acreedora al más elevado bastión, la medalla de platino, en el certamen Dance Educators of America en Las Vegas, Nevada, Estados Unidos. 
A los quince abriles, su dramática historia entre dos mundos contrastantes la llevan a cursar ballet y estudios secundarios en Carolina del Sur, Estados Unidos, acompañando al ballet Nacional con su danza alegre y energizante, a partir de los 19 años.
De una amalgama de profundas raíces ibéricas, colombianas, italianas y francesas, Manuelita utiliza la síncopa para expresar sensualidad y una refrescante armonía a su danza. 
Nuestra primera figura del ballet nacional aspira a convertirse en la mejor bailarina del mundo.  Enfocada y regia, no nos sorprendería que dentro de su repertorio clásico de temple cuasi Fonteyn, nuestro símbolo indiscutible de la danza, logre algún día su mas soñado objetivo.  ¡Salve Manuelita!

martes, 11 de septiembre de 2012

Encuestando al turista



La Estrella de Panamá
Miércoles, 12 de septiembre de 2012
Encuestando al turista
Jaime Figueroa Navarro

Ponderando la reciente inquietud sobre las capituladas tasas de ocupación hotelera en el istmo, realizamos un intenso diagnóstico con múltiples colegas sobre las virtuales causas del teorema.  Mientras la vasta mayoría de los líderes de la industria y conocedores del tema apuntan a mansalva a la construcción de nuevos hoteles y la disposición de un mayor número de habitaciones como el principal origen del problema, fuimos más allá en expurgar la idea.  ¿Por qué, por ejemplo, la Riviera Maya sigue construyendo y ocupando un sinnúmero de nuevas habitaciones nuevas todos los años?

Amén de nuestra muy repetida hipótesis que sufrimos de carencia de sitios de recreo, parques temáticos, acuarios y otros, como magnetos turísticos para aumentar los niveles de ocupación hoteleras, nuestro bisturí caló sin cesar hasta topar con la raíz del problema.

Resulta que uno de los asociados en esta tarea, de origen norteamericano, laboró por un tiempo en una de las empresas locales de mayoristas de turismo, preocupándose por encuestar a todos los visitantes, clientes de la empresa, luego de sus partidas del istmo tropezando con inquietantes y reveladoras conclusiones.
¡Casi el 90% de los encuestados mencionó que jamás regresará a Panamá!  Que me corrija correctamente mi buen amigo Leopoldo Neira, que la base del análisis está asediada por un grupo singular de turistas de esta empresa en particular y que la validez del ejemplo es incorrecta en trazar conclusiones. 
 
No obstante, resulta preocupante que a la salida de todos los turistas en el aeropuerto de Tocumen y otros puntos, no se lleve a cabo una encuesta de opinión, no solamente para llegar a tasadas conclusiones, sino también para conocer las variadas razones que influyen en los resultados y tomar acciones puntuales para su corrección.  ¿No es ello acaso una de las tareas de mayor importancia de la vigencia de una Autoridad de Turismo?

Los bajos niveles de satisfacción del turista tienen que ver con temas harto conocidos: la pobre calidad en servicios, la basura por doquier, el constante asedio por taxistas, oportunistas y otros gallinazos por ofrecer algo a cambio de inflados precios, la falta de señalización, trazado y el pésimo estado de nuestras aceras, entre otros.

La encuesta de opinión al turista serviría como un termómetro diario al Presidente de la nación para distinguir la labor de su cartera de turismo y llevar a cabo importantes cambios y mejoras.  Son muchos los destinos que compiten con nosotros.  Ha llegado la hora de corresponder a los inversionistas que han transformado nuestra industria hotelera con soluciones verdaderas, palpables y permanentes, siendo una de las de mayor trascendencia nuestra sugerida encuesta.  ¿Qué esperamos Panamá?