jueves, 25 de septiembre de 2014

Aprehender, Aprender


Diario Panamá América
27 de septiembre 2014

Aprehender, Aprender
Jaime Figueroa Navarro

Tomando empeñadas las palabras de mi caro tocayo, oriundo de Mérida y Malcocinado, España, Don Jaime Ruiz Peña, compañero orador durante el I Congreso de Pastoral de Turismo celebrado esta semana en la Escuela de Post Grado de la USMA contando con la entusiasta y nutrida presencia de cientos de curiosos y emblemáticos  estudiosos de la industria sin chimeneas, logramos en efecto utilizar estos dos hermosos verbos para aprehender sus corazones logrando el deseado efecto de calcar en sus cerebros un profundo sentimiento de patria.

Aprender no de sitios y situaciones, enseñar por el contrario a amar lo nuestro, a sentir el orgullo de la panameñeidad, a sentirnos  apasionados por ser los afortunados hijos de esta divina tierra, eliminando todo vestigio de absurdos complejos de inferioridad.

Se abre una oportunidad única en nuestra historia.  La Iglesia lo tiene claro: El encauce debe estar con los estudiantes universitarios del ramo, futuros líderes, savia de la nación, sapientes del tema.  La Autoridad de Turismo sabe que no puede desaprovechar esta ventana de oportunidad.  En otros países como México y Ecuador al no ir de la mano de la Iglesia, por mucho dinero que se dispense, el esfuerzo resulta casi vano.

Al tomar la palabra, expresé la necesidad del cambio del currículo de la carrera, anotando de ojo a ojo al Rector Magnifico Voloj Pereira, entre otros de sus colegas,  que debemos crear cuadros de profesionales plurilingües de verdad, que dominen la lengua de Shakespeare a perfección, en adición a poder entablar pulcros diálogos con los pasajeros que descienden en Tocumen de los vuelos de Air France y TAP de Portugal.  Allí aproveche para esculpir en la materia ósea de los estudiantes que el manejo de lenguas no es un relajo, sino más bien un multiplicador de ingresos a través de sus vidas.  En lugar de repasar pueriles novelas en televisión durante sus ratos de ocio, deberían escuchar los programas de RAI, CNN, TV France 24 y otros programas que asistan en la captación y desenvoltura de idiomas.
                       
Comparto con ustedes la pincelada del turista Jaime Ruiz Peña al visitar el recién abierto BioMuseo el pasado domingo: lo primero que impacta al exterior es la luminosidad de colores y formas que son una metáfora de lo que es el país, eclosión de vida, que de pronto al entrar se transforma en la sosegada sombra de un bohío metálico.  Luego como cueva de Altamira del conocimiento de la biodiversidad te vas deleitando por las pinturas y palabras esculpidas en sus paredes para engullir didácticamente el potentísimo mensaje que el Homo Sapiens no existiría sin el surgimiento de Panamá.  ¡Ya no hay que ir a Disney para ver una de las maravillas del mundo!  ¡Simplemente no se pueden perder Panamarama! ¿Qué será?  En vez de dudar, acuda usted  sin demora para que no le echen cuentos.

El Dr. Feliciano Correa, catedrático de la Universidad de la Rábida y Cronista Oficial de Jerez de los Caballeros, pueblo natal del descubridor del Mar del Sur en Extremadura, España, nos regaló una ponencia magistral sobre la importancia del turismo cultural y humanitario para el desarrollo de las comunidades.  Nos dice el catedrático que Panamá cuenta con un inventario impresionante de sitios, portentosas joyas de la historia, que bien pudiese explotar para la optimización de un turismo que a gritos pide intimar su pasado.  Para ponerle el postre al banquete, nos presenta su ultima obra Balboa, La Fantástica Historia de un Hidalgo Español,  que nos narra el hallazgo del Océano Pacífico, que trae consigo la gran revolución, tanto en el ámbito científico de cartógrafos y cosmógrafos, como en el de los humanistas, juristas y teólogos al hallar en aquellos espacios lejanos gentes desconocidas.  Interesante desvelo que nos pinta un pincelazo de la historia y resalta la importancia del istmo en el quehacer del comercio mundial cuatro siglos anterior a la apertura de su canal, obra que por su contenido se convierte en lectura obligada de todos los eruditos panameños.


Y así vivimos cuatro jornadas repletas de sapiencias que sirvieron para remojar generosamente las tiernas esponjas del intelecto de estudiantes universitarios y rellenar el cofre del turismo nacional con planes de acción puntuales cerrando ayer con una extraordinaria misa concelebrada en el histórico fuerte de San Lorenzo ubicado en el caribe tropical colonense, rodeado de magnánimo verdor y azuladas mariposas, en la frondosa desembocadura del rio Chagres.  Como quien dice, turismo del bueno de verdad, con el imponente reto de resultados y nutridos aplausos en esta corrida donde los protagonistas se hicieron acreedores a la oreja, el rabo y la pata del bravo bovino por su guapísimo toreo y excelso amor a la patria.               

jueves, 18 de septiembre de 2014

Alevántate muchacho que llegó la madrugada

Diario Panamá América
20 de septiembre 2014

Alevántate muchacho que llegó la madrugada
Jaime Figueroa Navarro

“Los pollitos tienen hambre, las gallinas tienen sed”, así rima un cantico de nuestro folclor que ya pocos panameños entonamos al alba.  Como pescuezipelada en provincias suelo desabrochar los ojos a eso de las cuatro y media.  La vida es muy corta para pasarla metida en una cama.  Para mi el reparador sueño es una obligación breve y profunda que en rara ocasión sobrepasa las seis horas.

Mas aun el pasado martes, con motivo de mi cumpleaños levanté la cabeza con mi acostumbrado agradecimiento al Señor por otro día en este paraíso, sobre todo gozando de envidiable salud.  Suelo, posterior al lavado del rostro y el cepillado de los dientes, encender la cafetera en la cocina y mientras el bienvenido aroma del café y burbujeante agua hirviendo penetra mis fosas nasales, extrañando el olor a leña y lluvia fresca de nuestra campiña, ingiero las grageas diarias de vitaminas y suplementos que rinden excelentes resultados a mis anuales exámenes de laboratorio.

Con taza en mano, me traslado a mi oficina, rarísimo privilegio capitalino.  Y es que hace una docena de años, al regresar al istmo después de casi un cuarto de siglo allende, mi padre me testó en vida el primer alto de su edificio bellavistino que constaba de dos apartamentos art deco, con opulentas paredes de concreto armado, donde al apagar el aire acondicionado en las mañanas, las habitaciones permanecen frescas toda la jornada como una cava de finos vinos franceses.

Al retornar al istmo, contacté a mi vecino de infancia, que vivía una cuadra mas allá del palo de mango de Julieta Méndez, en la época la Dulcinea del barrio, lateral al vetusto Colegio Internacional de María Inmaculada, en su apartamento sobre la Librería Cebet donde solíamos recogerle en el chato bus numero nueve del Colegio de la Salle, piloteado por el inolvidable Don Pifio.  Jamás pensé que aquel travieso mozuelo, Jaime Ventura Cervera, quien dominaba con particular destreza las maquinitas de pinball del Café Squirt, elegante refectorio adyacente al parque Urraca en los años sesenta, se convertiría con el pasar de los años en el mejor proyectista istmeño.

Con mi tocayo, trazamos los casi trescientos metros cuadrados de la morada convirtiéndole en envidiable conjunto oficina hogar, a escasa cuadra de la estación del metro Santo Tomás, donde al sufrir un síncope cardíaco, llega uno más rápido caminando a la sala de urgencia del Hospital Nacional que en ambulancia.  Reflexionando sobre todo esto el día de mi onomástico nunca pensé que la mejor cuelga la iba a obtener al encender mi Mac para la cotidiana lectura de los diarios Corriere de la Sera, El País, Le Monde y USA Today.

Fue en este ultimo donde descubrí el titular: “Estados Unidos doceavo, Panamá primero en encuesta global de bienestar”.  Si señor, más allá de gozar del mejor café, la mayor variedad de aves y el máximo numero de records mundiales de pesca deportiva, nuestro istmo se lleva el galardón, a pesar de nuestros diarios quejidos, como la tierra donde la gente se siente bien con sus vidas, por encima del dinero y la salud.

“A lo mejor hay algo en el agua del canal”, señala USA Today.  Panamá lidera 135 países en bienestar subjetivo, en la forma que su gente se siente sobre sus vidas.  La encuesta examina cinco variables: sentido de ánimo, conexión social,  comunidad, finanzas y vigor físico.  Los panameños verdaderamente brillan su positivismo.  61% florecen en por lo menos tres de las variables.  El país mas cercano es Costa Rica con 41% y seis de los primeros diez países son latinoamericanos, pero Panamá es el único país en el mundo que supera el 50%

Es Panamá envidiable tierra de gente bonachona y sonreída, ello jamás lo ha negado ningún turista.  El único país del mundo donde la cerveza es más barata que gaseosas y donde los happy hours inician los martes porque el lunes hay que descansar el hígado.  El articulo lo puede revisar en el portal:


¡Que genuina forma de celebrar mi cumpleaños!  ¡Felicidades Panamá!

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Uno Para Todos y Todos Para Uno

Diario Panamá América
13 de septiembre 2014

Uno Para Todos y Todos Para Uno
Jaime Figueroa Navarro

El dramaturgo y novelista francés Alejandro Dumas nos obsequia la frase que hoy esgrime nuestro titulo en su novela Los Tres Mosqueteros, que sirve como juramento y grito de guerra de los actores que forman este trio, compromiso de trabajo en equipo, arriesgando la vida en defensa de sus convicciones y del grupo mismo.  No es casualidad que Suiza, formada por grupos humanos de origen francés, italiano y alemán, le haya adoptado como  rúbrica en su escudo de armas.

La Organización Mundial del Turismo  y la Iglesia Católica han adoptado este año el eje del desarrollo de las comunidades como esencial para el éxito del emprendimiento turístico.  Es por ello que en la fase organizacional del I Congreso de Pastoral de Turismo de la República de Panamá nos esmeramos en la esencia misma del mensaje, en la tarea de selección de expositores para este conclave de una semana de duración, diplomado por la Universidad de Barcelona,  que bien cosecha el sitial número uno de  todos los foros y congresos de turismo a celebrarse en el istmo durante el año de la conmemoración del centenario del canal.

Nuestro objetivo es muy claro, queremos que en la magna asamblea a celebrarse en la escuela de postgrado de la Universidad Santa María la Antigua del 22 al 26 de septiembre se predique con absoluta libertad de convivencia para el desarrollo.  Le describiría enérgicamente, a falta de una visión por parte de las autoridades y los gremios turísticos, como un dialogo para aportar mucho más allá de la egoísta y estéril contribución que en este respecto se ha logrado hasta la época, sobremanera resaltando la grandeza de la oferta y la necesidad de removernos las vendas liliputienses para el logro de algo grande en un istmo que turísticamente lo ofrece todo.

No en vano la sede de la Organización Mundial de Turismo, vergonzosamente sin representación panameña, reside el la capital ibérica. Es España en esencia un país turístico, acudiendo millones de viajeros foráneos todos los años atraídos por sus playas, el abundante patrimonio artístico del país y la variedad de ofertas gastronómicas, además de ser una de las naciones más ricas en patrimonio cultural del mundo.  En cierto sentido, Panamá es su homologa americana, diamante por pulir, sin vinos pero con ron, sin aceitunas pero con pixbaes, con un patrimonio cultural, histórico y ecológico envidiable, capullo a punto de vigorosamente germinar.

De esa España, maestra del turismo, fluyen cual quijotes de la Mancha nuestros tres mosqueteros del congreso, apóstoles y chefs en la materia. 

Al primero le invité como orador de fondo al XV Foro de Turismo de APEDE celebrado en el Club Unión hace 4 años. Un peso pesado, reconocido como la máxima autoridad mundial del turismo cultural iberoamericano, el sencillo y elocuente Jordi Tresserras Juan, es Doctor en Geografía e Historia por la Universidad de Barcelona. Nos obsequia Jordi, no una sino dos conferencias, que por su suculenta exuberancia, de seguro dejara babeando a la audiencia.

El segundo, el español Feliciano Correa, Académico, Doctor en Historia y Profesor de la Universidad Internacional de la Rábida, nos sedujo con su conferencia La España del siglo XVI, la empresa marinera en la época de los descubrimientos en abril 2013, auspiciada por la Embajada de España en vísperas de la conmemoración de los 500 años del descubrimiento del Océano Pacífico en el Hotel Riu.  Expertísimo en turismo, multifacético,  es el Cronista Oficial de Jerez de los Caballeros, pueblo natal de Balboa donde le visité el año pasado a raíz de mi ciclo de conferencias ¿Por Qué Panamá? en el viejo continente.  Este genio nos disertará sobre un tema de harta importancia en el letargo turístico istmeño:  La Importancia del Turismo Cultural y Humanitario para el Desarrollo de las Comunidades.

El D'Artagnan del trio  es Don Jaime Ruiz Peña, considerado como uno de los mayores expertos internacionales en desarrollo turístico de territorios. Fue Director General de Fomento de la Industria del Turismo, el Ocio y el Tiempo Libre de la región de Extremadura, convertida en referente nacional del turismo de interior de España.  En Panamá como Adelantado de la Fundación de la Castilla del Oro, ha desarrollado una trascendental iniciativa para impulsar Natá de los Caballeros y Portobelo a través de la creación de un nuevo camino de Santiago en América potenciando las peregrinaciones, denominado Turismo del Alma, proyecto ya presentado al BID, que cómodamente  podría duplicar el numero de visitantes anuales a Panamá. 


La audiencia, en su mayoría estudiantes universitarios, futuros lideres del turismo istmeño, gozará de estas célebres  disertaciones y de muchas otras que ojalá sirvan de inspiración para multiplicar con fervor patriótico las anémicas cifras de visitantes a nuestro paraíso terrenal, creando paralelamente irresistibles anzuelos al turismo mundial y proporcionando acentuado significado a la frase “Uno para todos y todos para uno”. 

jueves, 4 de septiembre de 2014

Gastronomía a prueba de idiotas

Diario Panamá América
6 de septiembre 2014

Gastronomía a prueba de idiotas
Jaime Figueroa Navarro


A pesar que las estadísticas reflejan que la mayoría de los matrimonios fracasan por carencias económicas, infidelidades y por el aburrimiento de las parejas, ningún análisis trasluce las fallas en la cocina como motivo de divorcio.  Es por ello que el éxito de un matrimonio perfecto, si la dama se desenvuelve en asuntos gastronómicos, lo más seguro encaminará a que el caballero no se vaya a descarriar o aburrir, sino mas bien conducirá como desenfrenado taxista a través del cotidiano tranque para llegar a casa pronto y golosear lo que se este preparando.  No en vano dicen que el amor entra por la boca.

Decidieron bien los militares en orquestar el golpe de estado un viernes de quincena.  Era de rigor en la América Latina de la época, siendo Panamá hasta entonces parte de una minoría cuasi democrática, la ilegal toma del poder con la bendición de la Embajada Americana, cuyos regentes sarcásticamente preferían lidiar con las charreteras bajo la siempre inminente amenaza de Cuba y su ideología socialista.  Así lo leí, recién cumplido los quince, en la edición dominical del diario Boston Globe del 13 de octubre de 1968 durante mi internado de preparatoria en Massachusetts.

Los setenta fueron años de consolidación de la doctrina torrijista que irónicamente copió muchos de los ejemplos cubanos, incluyendo la imagen del dictador saboreando uno de los puros que Fidel le despachaba con fraternal cariño revolucionario.  A finales de la década, posterior a interludios universitarios en Francia, Pennsylvania y Nebraska, disimiles destinos que forjaron mi carácter, me integre formalmente a sudar bajo el sol del mediodía istmeño en IBM.

Era IBM la compañía más admirada del mundo.  Su subsidiaria panameña, a pesar del desmañado entorno, reflejo de un estado militarizado por un lado y colonizado por el otro, era un globo de eficiencia empresarial, espejo de todos sus multinacionales desvelos.  Fue allí donde conocí a Tillie Bellizzi Varcasia, inquietamente hormigueando documentos cuyo control dominaba magníficamente, estelar ejemplo de organización en aquellos tiempos preliminares a la génesis de la internet y la época de comunicación celular.

¿Quién iría a pensar que esta culta, multifacética pintora, nos regalaría tres décadas después, una obra que si resuelve el diario quehacer posterior a la luna de miel de todo matrimonio?  Sin pepitas en la lengua nos narra Tillie el menú de su primera cena con invitados posterior a sus nupcias:  “arroz blanco, tuna de lata y pork and beans”, uno de los platos que a menos que tengas tu propio chef, son aun comunes en los primerizos afanes conyugales. 

Su libro La Mesa está servida nos obsequia más de 600 recetas del día a día, ofreciendo un variado menú de desayunos, almuerzos y cenas para 90 días que de seguro han de atar al león a su guarida, tomo que incluye las prácticas listas del supermercado semanal en tiempos en que hay que contar los reales de la canasta básica.  En palabras de su autora, el libro pretende ser una guía para las amas de casa en la organización de sus comidas, pero a la vez, una importante ayuda para el servicio doméstico, estudiantes y principiantes, ofreciendo un menú variado con recetas sencillas y fáciles de elaborar, pero con un toque gourmet para halagar el paladar de toda la familia.

Cuenta la obra con cultivadas secciones en temas como los favoritos de los niños, para un día especial, postres caseros fáciles y rápidos, bebidas y refrescos, salsas aderezos y vinagretas, boquitas para las visitas, una vez al año no hace daño, celebremos Navidad, recetas de aquí y allá, la pesca del día, domingos de barbacoa, creatividad en los tiempos de crisis, propiedades y beneficios de los alimentos, tabla de calorías, tips de cocina y etiqueta.


Me place anotar que a pesar de su recetario, al pasar de los años su autora se mantiene igual de esbelta.  Ya lo sabe, el mejor regalo de bodas, de rigor para su hija (o hijo) que va a estudiar en el exterior sin saber freír un huevo y para los panameños que allí viven, al igual que como guía inseparable de su empleada domestica, nada mejor  que este práctico libro, gastronomía a prueba de idiotas.  ¡Bon appetit!