Diario La Prensa
Jueves, 12 de noviembre de 2009
Dialogando de Turismo en Chiriquí
Jaime E. Figueroa Navarro
Me distinguió, recientemente, la Dirección de Asuntos Estudiantiles de la Universidad Autónoma de Chiriquí convidándome a exponer sobre el turismo, durante su Primer Congreso Estudiantil Universitario en David.
Define turismo, el Diccionario de la Real Academia Española como: “actividad o hecho de viajar por placer”. Nos parece esta una visión abreviada porque en realidad, más allá de la instrucción académica, el turismo se asimila y se respira cuando se actúa cual Marco Polo, posterior a décadas de expediciones alrededor del mundo y al palpitar nuestro corazón apasionado por detalles y el deseo de hacer las cosas bien la primera vez, imitando localmente aquellos ejemplos destacados y obviando aquellos que han decepcionado. Así lo manifesté al selecto grupo de estudiantes de los cuadros de honor de las variadas facultades.
Para lograr la consideración de la amable audiencia encajó perfectamente la imagen de mi queridísimo abuelo materno, don Marcial Navarro Diez, primer Gobernador de la altiva provincia en los albores de la República y posteriormente alcalde de David, destacando en ambas funciones por su don de gente, honorabilidad, intachable honradez y su novel política de puertas abiertas al ciudadano común, a quien le honraba servir.
Previa a nuestra conferencia fuimos invitados a participar en el popular programa “Radio Periódico la Prensa”, que transmite Radio Chiriquí y al exponer una visión de turismo excepcional para el Valle de la Luna y citar el poema Soy Chiricano del ilustre poeta Santiago Anguizola, nos sorprendió con una llamada su risueña hija, doña Lía Anguizola Roy. Y es que las escuelas de provincia, y porque no, todas las escuelas istmeñas deberían instruir a sus alumnos la gloriosa oda que resuena el fervor patriótico de don Santiago, a la par del poema Patria, de Ricardo Miró.
Durante mi plática recalqué que la raíz primordial del éxito en la actividad turística, a todos los niveles, sobre todo en su dirigencia, debe ser la simpatía y efervescencia de los que predican esta ciencia.
Añadí que hemos fracasado como panameños en circunscribir nuestras actividades turísticas, aun en pañales, a intereses creados y no a la satisfacción del jugador más importante de la ecuación, que es el turista. Y es que no logramos comprender que, a pesar de todas las vicisitudes, el turismo sigue siendo nuestra mayor fuente de ingresos. ¡Imagínense si forjáramos las cosas bien!
Finalizó nuestra faena esa noche en el programa televisivo, difundido a nivel nacional Debate Abierto: Chiriquí, con la participación de la destacada periodista Dioselina Santamaría y su magistral coordinadora, Luriela Araúz, quienes me espolearon con difíciles interrogantes, que al parecer por los comentarios recibidos, toreamos con guapura.
No borremos de la memoria que nos ubicó en el mapa mundial del turismo durante el pasado decenio el Valle de la Luna con la incorporación de Boquete como uno de los 10 mejores sitios para el retiro y, por sexto año consecutivo, la selección de su café como el No. 1 del mundo, tema que no hemos sabido exponer ni comercial ni turísticamente, para incrementar la valía de nuestro destino. ¡Amén de los otros múltiples atributos de la altiva provincia que no hemos citado por falta de espacio!
A la usanza de don Santiago Anguizola, culminamos este mensaje con el epílogo a su célebre poema: “…que es mi esperanza mayor: ser chiricano”, invitándoles a saborear, aprender y compartir en el mes de la patria esta profundísima y patriótica loa.
“¡Meto!”, he dicho.
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