La Estrella de Panamá
Miércoles, 22 de noviembre de 2008
Logística e Imaginación
Jaime Figueroa Navarro
Este siete de diciembre Panamá enfrenta un nuevo reto al hacerse realidad su designación como primer Home Port en América Latina. Ello conlleva una responsabilidad histórica que podemos aprovechar al máximo o echarla por la borda.
Para quienes desconocen el tema, Home Port en la industria de turismo es el puerto de origen de cruceros.
Actualmente, la mayoría de los cruceros que navegan el Caribe originan en Miami, Fort Lauderdale o San Juan. La designación Home Port crea importantes fuentes de trabajo e ingresos para Panamá, pero hay que adherirse al pie de la letra a las nuevas responsabilidades para asegurar su inaugural éxito y sucesivo crecimiento. Todos los domingos, a partir del 7 de diciembre hasta el 19 de abril, el buque Enchantment of the Seas de la línea de cruceros Royal Caribbean zarpará desde Colón con destino a Cartagena, Santa Marta y las islas de Aruba, Curacao y Bonaire, con capacidad para 2,200 pasajeros. El reto que enfrentamos es la eficiente logística en el manejo de esta operación.
Examinemos algunos ejemplos: Los 2,200 pasajeros representan aproximadamente 22 vuelos adicionales al aeropuerto de Tocumen, tomando en cuenta una capacidad promedio por aeronave de 112 pasajeros en clase económica y 12 adicionales en Clase Ejecutiva, para un total de 124 pasajeros (si las matemáticas no le cuadran es porque no todos los vuelos llegan a capacidad completa y no todos los pasajeros tienen como destino los cruceros). Si promediamos el número de habitaciones requeridas, podríamos asumir unos 1,300, entre habitaciones sencillas y dobles, lo que en términos reales significaría llenar a capacidad 4 veces el Hotel El Panamá, o el Meliá Panamá Canal.
El transporte de Panamá a Colon es otro reto. Con la autopista en construcción y la carretera actual en deplorable condición, lo óptimo sería trasladar los turistas a través del ferrocarril, otrora ganador del galardón “Best Shore Excursion”, otorgado por la línea de cruceros Princess. El “dome car” actualmente en servicio para este tipo de traslados turísticos cuenta con una capacidad para 75 pasajeros, por lo que tendría que realizar unos 30 viajes, tarea prácticamente imposible. Surge así otra excelente recomendación para Panamá Railway en el desarrollo del mercado de transporte de pasajeros.
Con la implementación del nuevo sistema de transporte colectivo en Panamá y posterior a la apertura de la autopista a Colón, a ciencia cierta un astuto empresario podría adquirir la flota de históricos “Diablos Rojos” y remozarlos, dotándoles de asientos cómodos y aire acondicionado, para ofrecer una genuina alternativa transístmica de transporte turístico, que también doble como original sistema de ómnibus de turismo metropolitano, así como, por ejemplo, los “double-deckers” de Londres. La capacidad, entrenamiento, eficiente desempeño y amabilidad de los funcionarios de Aduanas, Migración y otros serán puestos a prueba en esta primera etapa, por lo que es primordial su capacitación y educación en el idioma inglés. El país exige adicionalmente que al visitante se le regale una sonrisa y la mejor disposición. En la medida que la marca país PANAMA refleje la calidez de su gente y nos haga sobresalir como los fenicios del Siglo XXI, que somos, en esa misma medida gozaremos del efecto multiplicador en la venta del país como exitoso destino turístico y home port, lo que ha de generar una fuente de ingresos adicionales y óptima para la población, hastiada de la concentración de la riqueza en unas pocas manos.
Para quienes desconocen el tema, Home Port en la industria de turismo es el puerto de origen de cruceros.
Actualmente, la mayoría de los cruceros que navegan el Caribe originan en Miami, Fort Lauderdale o San Juan. La designación Home Port crea importantes fuentes de trabajo e ingresos para Panamá, pero hay que adherirse al pie de la letra a las nuevas responsabilidades para asegurar su inaugural éxito y sucesivo crecimiento. Todos los domingos, a partir del 7 de diciembre hasta el 19 de abril, el buque Enchantment of the Seas de la línea de cruceros Royal Caribbean zarpará desde Colón con destino a Cartagena, Santa Marta y las islas de Aruba, Curacao y Bonaire, con capacidad para 2,200 pasajeros. El reto que enfrentamos es la eficiente logística en el manejo de esta operación.
Examinemos algunos ejemplos: Los 2,200 pasajeros representan aproximadamente 22 vuelos adicionales al aeropuerto de Tocumen, tomando en cuenta una capacidad promedio por aeronave de 112 pasajeros en clase económica y 12 adicionales en Clase Ejecutiva, para un total de 124 pasajeros (si las matemáticas no le cuadran es porque no todos los vuelos llegan a capacidad completa y no todos los pasajeros tienen como destino los cruceros). Si promediamos el número de habitaciones requeridas, podríamos asumir unos 1,300, entre habitaciones sencillas y dobles, lo que en términos reales significaría llenar a capacidad 4 veces el Hotel El Panamá, o el Meliá Panamá Canal.
El transporte de Panamá a Colon es otro reto. Con la autopista en construcción y la carretera actual en deplorable condición, lo óptimo sería trasladar los turistas a través del ferrocarril, otrora ganador del galardón “Best Shore Excursion”, otorgado por la línea de cruceros Princess. El “dome car” actualmente en servicio para este tipo de traslados turísticos cuenta con una capacidad para 75 pasajeros, por lo que tendría que realizar unos 30 viajes, tarea prácticamente imposible. Surge así otra excelente recomendación para Panamá Railway en el desarrollo del mercado de transporte de pasajeros.
Con la implementación del nuevo sistema de transporte colectivo en Panamá y posterior a la apertura de la autopista a Colón, a ciencia cierta un astuto empresario podría adquirir la flota de históricos “Diablos Rojos” y remozarlos, dotándoles de asientos cómodos y aire acondicionado, para ofrecer una genuina alternativa transístmica de transporte turístico, que también doble como original sistema de ómnibus de turismo metropolitano, así como, por ejemplo, los “double-deckers” de Londres. La capacidad, entrenamiento, eficiente desempeño y amabilidad de los funcionarios de Aduanas, Migración y otros serán puestos a prueba en esta primera etapa, por lo que es primordial su capacitación y educación en el idioma inglés. El país exige adicionalmente que al visitante se le regale una sonrisa y la mejor disposición. En la medida que la marca país PANAMA refleje la calidez de su gente y nos haga sobresalir como los fenicios del Siglo XXI, que somos, en esa misma medida gozaremos del efecto multiplicador en la venta del país como exitoso destino turístico y home port, lo que ha de generar una fuente de ingresos adicionales y óptima para la población, hastiada de la concentración de la riqueza en unas pocas manos.
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