La Estrella de Panamá
Miércoles, 17 de enero de 2012
Trazando el Camino
Jaime Figueroa Navarro
Uno de los sitios históricos de mayor relevancia en Panamá, es sin duda alguna el Camino Real, que origina en el Puente del Rey, atravesando el istmo hasta Portobelo, donde con mulas se transbordaban las riquezas que España transportó a Europa procedentes de América del Sur. Retocar su ruta, señalizando lucidamente sitios de interés y generando plazas de esparcimiento, hostales y restaurantes a lo largo de su senda, resultaría una tarea relativamente módica, a la vez un imponente atractivo turístico, religioso e histórico.
El interés por su desarrollo como imán del turismo nace de las pesquisas efectuadas por el especialista austriaco en turismo sostenible, Christian Strassnig, que emanan como resultado de un trascendental foro de turismo patrimonial regional auspiciado por la Universidad de Cornell, en la Ciudad del Saber en 2004. El fruto de sus investigaciones fue uno de los ejes de mayor relevancia del Foro de Turismo de APEDE en 2010, donde el orador de fondo y máxima autoridad mundial en turismo cultural iberoamericano, Dr. Jordi Tresseras de la Universidad de Barcelona, despunta su afinidad con el camino medieval de Santiago en España, anualmente visitado por cientos de miles de turistas, que con todo el respeto que merece la Madre Patria, le llevamos la preeminencia verde.
Durante su reciente conferencia en APEDE, el XVIII Duque de Veragua, Don Cristóbal Colón de Carvajal y Gorosabel, expresó especial interés en el trazado, ya que esplende la jerarquía de Portobelo, puerto que descubriera su celebérrimo antepasado a bordo de la Santa María el 2 de noviembre de 1501. A la Iglesia de Portobelo donará en octubre una imagen de la Virgen Negra de Guadalupe, madre del Cristo Negro, simbólicamente estampando la reunión de madre e hijo en una ceremonia sin par en los anales del turismo cultural religioso istmeño.
La semana pasada, el Rev. Patrick Hanssens de Bélgica y actual Director de la Pastoral Social Arquidiocesana, expuso en APEDE la labor social en pro del desarrollo comunitario que viene efectuando la iglesia en el trayecto. En el Camino de Santiago se otorgan compostelas, certificados expedidos por las autoridades eclesiásticas y entregados a peregrinos al terminar su recorrido. Aquí tendría el valor agregado como señal de un singular recorrido interoceánico aumentando aun más su valía, amén de la importancia del beneficio en pro de las comunidades, sus habitantes y la promoción de servicios turísticos, folclóricos y de artesanías en el área.
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