jueves, 28 de abril de 2016

La Ruta del Ron

Diario Panamá América
2 de abril 2016

La Ruta del Ron
Jaime Figueroa Navarro

Como ventiláramos en columnas anteriores mucha falta nos hace una obra en el idioma de Shakespeare, dedicada plenamente al turismo nacional, de frontera a frontera, que cale la inmensidad de nuestra historia y cultura, para que sirva como abreboca y guía al potencial visitante en su análisis del istmo.  A ese menester dedicamos nuestros desvelos creativos, incluyendo una presentación fotográfica teñida de mucho color, resultado de nuestro retorno a las aulas como alumno del New York Institute of Photography para que lo que se vea, al leerle, deje al lector boquiabierto con deseos de intimarnos.  Ese es el propósito del libro Fantastic Panama!  nuestro granito de arena en pro del turismo nacional.

En noviembre de 2014 recibimos un convite al que, al igual que al padrino, no se le podía decir no.  Se trataba de la boda de nuestro querido amigo Julio Ross Anguizola con la guapísima Dra. Dorita Martínez.  Las nupcias se celebraron en las afueras de Guadalajara, estado de Jalisco en la República Mexicana.  La invitación incluía el pasaje aéreo, tres noches en un hotel de primera, alimentos y traslados durante tres días completos de giras bien programadas, por la suma de quinientos y piquito de Balboas por persona.

Amén que llegar a México en víspera del Día de los Difuntos, nos abre la mente en todo sentido, porque los Aztecas embonan las creencias Cristianas con un mantel local y celebran vivamente a sus muertos.  A lo opuesto del llanto, es motivo para celebrar la vida de los que ya no se encuentran con nosotros, y lo hacen requeté bien, porque lo importante no es el pasar por este valle de lagrimas, sino el premio de la vida eterna para aquellos que son buenos, y somos mayoría.

Como mencionara, nuestra visita incluía tres giras de días completos al centro histórico de Guadalajara,  de impresionante arquitectura colonial; el poblado de Tlaquepaque con su original artesanía y la visita al pueblito de Tequila donde se origina el brebaje de agave que otorga su fama a los margaritas obligándonos a declamar rancheras, de allí de donde son oriundos los mariachis, de Jalisco.  Todos estos sitios han sido preparados con especial cariño y mucho orgullo patrio, por la Secretaria de Turismo de México para que sirvan como una regia presentación de país, vigilante de cada detalle, del color de cada vivienda, de la recolección de la basura e inclusive boberías importantes que aturden al foráneo, como la inclusión como centro de mesa, de la bandera del país de origen del visitante, durante el almuerzo.

Conversando con Iván Eskildsen durante la planificación del majestuoso proyecto Cubitá en Chitré que incluye viviendas de tipo colonial con esos techos de tejas tan típicos de provincias centrales, un elegante centro comercial que cuenta hasta con su supermercado Riba Smith y el hotel, sin duda el mejor de la región con su capilla que sirve para la celebración de las más importantes nupcias, hablábamos de cómo integrar la magnifica oferta turística azuerense  para complementar la propuesta hotelera.  Así nació Cubitá Tours, un esmero que ofrece lo que ya existía, pero con especial cariño.  Así, por ejemplo, se brinda la sesión fotográfica, que permite a damas, locales y extranjeras, recuerdos fotográficos empolleradas, que quedan para siempre.  Una junta de embarra donde el visitante vive la emoción del momento como parte integral del grupo, y finalmente la ruta del ron.

Al igual que su homónimo mexicano de Tequila, el pueblito de Pesé es la sede de la Hacienda San Isidro,  donde se destila el Ron Abuelo y el Seco Herrerano.  La original visita a las bodegas, incluye un paseo en carretas de buey y la degustación de sus finos productos.  Al tope de la línea se encuentra el Ron Abuelo Centuria, a $125 la botella, seleccionado por la prestigiosa revista Forbes, como el mejor bourbon del mundo.  Añadiría, posterior a la calurosa jornada, una invitación a degustar un refrescante seco sour, que se ha convertido en nuestro brebaje nacional.  Pintaría el lienzo con una tienda de suvenires de verdad, que incluya todas las cosas bellas que se ven en tequila, Herrerizadas: Gorras, camisetas, tonelitos, de todo ¡que se lo llevan!


Pesé tiene la oportunidad de convertirse en un pueblito mágico que ofrezca en un muy planificado entorno la posibilidad de venderse con una oferta gastronómica que invite al turista a saborear los maravillosos bocados de provincias centrales, a través de pequeños restaurantes y sitios de estancia tan acogedores, como se ha convertido el Casco Antiguo, pero con el olor a leña y el eterno quiquiriquí de sus gallitos.  ¡Es ello lo que plasmamos en el octavo capitulo de la obra, para que el turista llegue, y se quede!                

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