jueves, 28 de abril de 2016

Hierbas Verdes del Otro Lado

Diario Panamá América
26 de marzo 2016

Hierbas Verdes del Otro Lado
Jaime Figueroa Navarro

Acogiendo cordial invitación de mi colega, hotelero canadiense Charles Matchim de Saint John, Newfoundland, por allá en la curumbita del país norteño, descubierto por John Cabot en 1494, utilizado como centro de pesca e intercambio de pieles por cazadores, con ese frio que da carácter en esta época del año, a Dios gracias nuestro punto de encuentro fue 3,500 kilómetros hacia el sur, en Fort Myers, Florida.

Por lo garganteo y frio que se ha convertido el aeropuerto de Miami, y ojalá esto no ocurra con Tocumen, tomé el vuelo de Copa a Fort Lauderdale, en la misma vecindad del sur del estado de Florida, mucho más cómodo y expedito.  Lo único que no me gustó de Copa, porque todo lo demás fue perfecto, es que eliminaron el postre de las comidas.  Ese pequeño ahorro deja un sinsabor en los pasajeros, toma nota Copa.

Durante el verano europeo, en julio de 2008, cursando invitación de nuestros amigos Marco y Luciana Merula de Torino, Italia, Mayin y yo fuimos acogidos por Marco en el aeropuerto de Malpensa, que sirve a la ciudad de Milán, poniendo a nuestra disposición un vehículo Fiat 500, maravilloso escarabajo, el pulgarcito de los carros, que dispensaba cerca de 100 kilómetros por cada caro galón circundando los doce dólares.  Fue así que visitamos la Riviera francesa sin problemas de estacionamiento.  Al retirar mi auto de alquiler en el aeropuerto, la dependiente me dijo que fuese a la fila C y escogiese el auto de mi gusto.  ¡Allí estaba bien escondido el Fiat 500x, hermanito mayor de Pulgarcito!

Al centro del sur del estado de Florida se encuentra un enorme manglar repleto de lagartos y otros reptiles no amistosos, dicen que ahora hasta anacondas, donde no quisieras quedar varado una noche, cruzando los 226 kilómetros que incluyen el Everglades Wildlife Management Area, el Big Cypress National Preserve Park y el Picayune Strand State Forest antes de llegar a Fort Myers en la costa oeste, sufragando la ridícula suma de $3 por peaje en una carretera que se caracteriza por su excelente calidad y yerbas mantenidas como si se tratase de un campo de golf, sin realces de pataconcitos, porque aquí también hay pobres, pero la gente no es cochina.

Nuestro punto de reunión en las afueras de Fort Myers fue un restaurante Arbys, comida rápida no chatarra, consistente en sándwiches de roast beef finamente rebanado y su espectacular batido de Jamocha, fina fusión de chocolate con café, que nos hace comprender porque la mayoría de los norteños son obesos.

Era el día de San Patricio, y los Medias Rojas de Boston estrenaban uniformes verdes en JetBlue Park, su centro de entrenamiento primaveral.  San Patricio es el santo patrono de Irlanda y su día es encantador por tratar de transformar los sueños de invierno en magia de verano.  Muchos de los ciudadanos de Boston son de origen católico irlandés por lo cual es venerado en esta geografía del país.  Y los Medias Rojas o Medias Verdes, no desilusionaron, ganando 9-5 en un festín ofensivo ante los Orioles de Baltimore.

JetBlue es una copia dimensional de Fenway Park en Boston, el parque más antiguo y amistoso de las grandes ligas de beisbol.  La mayoría de los presentes eran de Nueva Inglaterra, muchos jubilados, otros familias en vacaciones huyendo el frio invernal para el goce de su equipo favorito.  Desde el arribo, donde se cobra $10 por estacionamiento y te dirigen exactamente al sitio donde ubicas tu auto, hombres con banderillas como si se tratase de estacionar un avión en el aeropuerto, hasta la salida donde se encuentra un destacamento de policía estatal para evitar conductores ebrios, todo es ordenado.  Aburrido trabajo de los aseadores posterior a los juegos porque no dejan detrás ni un papelillo.


Ejemplo a seguir para el homo sapiens panamensis. La semana anterior visitamos Palenque, paradisiaca playa caribeña en la costa arriba de Colón, donde la mejor forma de llevar invitados foráneos en vendarles desde Sabanitas para que no se alarmen por el espectáculo de las grandes cantidades de basura por doquier, un insulto a los cochinos y a todos los que permitimos, que tratando de hacer turismo, estos cavernícolas lo echen todo a perder.  Que bueno fue ver la hierba verde del otro lado.  ¿Cuándo aprenderemos a portar los pantalones largos?         

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