jueves, 15 de septiembre de 2016

La Tienda de Tocumen

Diario Panamá América
17 de septiembre 2016

La Tienda de Tocumen
Jaime Figueroa Navarro

“…a veces siento espanto, cuando no veo el camino que a ti me ha de tornar…”  

Ha sido el horadar de la roca, una lucha intestina de décadas, a la cual hemos dedicado numerosos escritos, interminables observaciones a indiferentes funcionarios de múltiples administraciones y a nutridas audiencias de clubes cívicos, estudiantes universitarios y organizaciones gremiales, que finalmente ha germinado la flor más hermosa y perfumada del principal aeródromo del país.

“El aeropuerto de Tocumen es un sitio estéril donde se oferta Cartier, Marlboro y Johnnie Walker pero no se vende Panamá,” relataba a inicios de siglo en uno de abundantes artículos en los más importantes diarios y revistas de la República.  Y es que después de visitar más de 40 países y territorios de nuestra América y Caribe, ninguno de sus aeropuertos reflejaba la indiferencia hacia sus raíces, nacionalismo y cultura como el Tocumen panameño.

Me siento especialmente complacido y honrado de finalmente presenciar un sitio en el aeródromo que le hace honor a nuestra nacionalidad, ofertando productos de óptima calidad, impecable acabado y magistral presentación en un ambiente finamente decorado donde la atención al cliente incluye educar al turista sobre el origen de cada muestra, detallando, por ejemplo, la historia detrás de una tagua en la simpática leyenda adjunta.

The Panama Store by Studio Nature es a todas luces un almacén de primer mundo que resigna en la memoria los sinsabores de la ausencia de las más lozanas flores del jardín istmeño: libros, finas artesanías, cafés autóctonos, chocolates artesanales, sombreros pinta'os, ocueños y Panamá, orgánicas jaleas chiricanas y un sinfín de productos que reflejan la personalidad de su propietario y la exquisita atención de todos sus colaboradores.

La carroza de este sonriente Santa Claus que sobrevuela el aeropuerto repleta de regalos para todos los gustos y edades, recuerdos entrañables de la intimidad istmeña, es conducida por Nessim Bassan, mejor conocido por su apodo: Nate. Panameño de cepa, oriundo de Bella Vista, ese noble barrio de avenidas anchas y corpulentos caobos, fecunda raíz de muchos buenos panameños, estudioso javeriano que culmina sus estudios secundarios en la escuela secundaria de Balboa, para perfeccionar la lengua de Shakespeare y continuar estudios universitarios en Boston, todos capítulos que fueron puliendo el diamante de su vivaz distintivo.

Detrás de la sencillez de este hombre, aflora su multifacético sello como autor de seis libros, 2 de fotografías de bosques titulados: "Mis Ojos, Puerta del Alma" y "En el Jardín Mágico" y 4 tomos  de fauna y flora panameña; dirigente del sector privado, nada menos que dos veces Presidente de la Asociación de Usuarios de la Zona Libre de Colón; fotógrafo con un lente enamorado del verdor istmeño y como norte su filosofía, calidad es hacer las cosas bien la primera vez.


Y muy bien lo ha hecho Nate, pintando finamente en el lienzo de Tocumen lo mejor de lo nuestro.  Gozará de mucho éxito este emprendimiento, la voz se riega a galope, la pintura aun está fresca, reflejando en la calidez de sus vivísimos colores, el amarillo y negro de tucanes, que Panamá se vende mejor con pasión y amor por lo nuestro.  Aplaudimos, en conclusión, la visión de la administración del aeropuerto de Tocumen en finalmente permitir el ingreso de nuestra imagen con suprema estampa.  Durante su próximo viaje no deje de visitar y respirar con orgullo la nueva estampa istmeña.  ¡Enhorabuena Panamá!

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