Diario La Prensa
Lunes, 20 de diciembre de 2010
Exigencias de la educación turística
Durante el reciente Foro de Turismo de APEDE contemplamos ejes de vital importancia para el desarrollo de un turismo de altura, que permitan una armónica relación entre el desenvolvimiento vertiginoso de la industria y el desarrollo del elemento humano que apoye su ordenada expansión.
El modulo Retos en Formación Turística fue expuesto por Marianela Gálvez de Castillero, directora de Formación Profesional de Inadeh, institución que, a pesar de sus aquilatados logros en pro del perfeccionamiento de personal de apoyo a la industria, carece de los recursos e infraestructura para cubrir el volumen de especialistas que requiere el ramo del turismo.
Hay valiosos centros pedagógicos en el sector privado que, de alguna forma, llenan el vacío entre demanda y oferta. Entre ellos podemos resaltar la pionera Panamá International Hotel School, dirigida por Thierry Eck desde hace poco más de dos años, en los predios del Hotel Holiday Inn de la Ciudad del Saber. Otros centros educativos especializados y universitarios forman especialistas, en su mayoría enfocados en hotelería y gastronomía.
Recientemente, el lanzamiento de la escuela UIP-Glion hace posible ofrecer, a través del Programa Laureate Panamá, las dos mejores marcas a nivel mundial, Glion y Le Cordon Bleu, localmente, a niveles de licenciatura y maestría. Este es un hito en la oferta turística técnica universitaria en Panamá que iniciará en enero de 2011. Glion Institute of Higher Education de Suiza es una de las tres prestigiosas escuelas de administración hotelera del orbe. Le Cordon Bleu, con sede en París, es uno de los líderes en administración gastronómica. Su socio local es la Universidad Interamericana, cuya Escuela de Turismo es administrada con entusiasmo por su decana, magíster Karla Guerrero. Esta alianza es clave porque permite que en nuestro país se desarrollen estudiantes que, de otra forma, no podrían sufragar los costos de estudios y gastos de manutención en Suiza y Francia, ampliando la base de compatriotas especializados en estas disciplinas.
A pesar de la incorporación de estos centros educativos, a todas luces positiva, aún no logramos cubrir la apremiante demanda por el elemento humano. Corresponde al Gobierno crear los incentivos para el ordenado y expedito crecimiento del brazo didáctico del turismo, anexando otras especialidades tales como transporte turístico, guías, operadores y otros sellos que localmente no cuentan con licencias ni los requerimientos mínimos de operación.
Otras opciones, dada la gravedad del diferendo, podrían incluir la dispensa de visados temporales a especialistas foráneos para que laboren en estos menesteres y asistan en la preparación de compatriotas.
Primordial para el progreso del istmo, como el mejor centro turístico de la región, es un radical cambio de actitud, tesis por la que venimos bregando desde hace tiempo, sin lograr alcanzar los sordos oídos de intereses creados. Cuando eliminemos, por ejemplo, la costumbre del “no voy” y los inflados precios a turistas que requieren transporte urbano; cuando restauremos las agrietadas aceras de las áreas de mayor avenencia turística; cuando adornemos ciudades y poblados con atractivos basureros y dejemos de ser tan desaliñados, depositando deshechos en su debido lugar; cuando saludemos acogedoramente al visitante sin el afán de beneficiarnos y comprendamos que no le hacemos un favor, sino que nos honra con su visita; cuando apliquemos encuestas de opinión en los puertos y aeródromos de la República, para gozar de un termómetro diario que nos indique en que lo hicimos bien y en que flaqueamos, solamente entonces, los frutos de la educación turística impartidos serán vertidos en la multiplicación de la afluencia de turistas y su deseo de retornar, repitiendo la experiencia y sirviendo ad honórem como nuestros mejores embajadores.
Goza el istmo de un privilegiado altar sobre todas las otras naciones del mundo: Folclore y café, pesca deportiva, playas y montañas, diversidad y alegría. ¡Joya ecológica e histórica geográficamente posicionada como uno de los puntos de mayor jerarquía del globo! ¡Aprovechémoslo a su máxima expresión!
Integrando al módulo educativo la pasión por la excelencia e intuyendo que calidad es hacer las cosas bien la primera vez lograremos el despegue que a gritos exige el turismo como la industria que, muy a pesar de todo, más aporta al desarrollo nacional.
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