Diario La Prensa
Jueves 8 de julio de 2004
Jaime E. Figueroa Navarro
Aprovechando la muy necesaria y esperada designación de un ministro para la importantísima industria del turismo, hago públicas mis recomendaciones al novel jefe de cartera, de la siguiente manera:
1. Rodéese de una veintena de profesionales de la más alta jerarquía, cercanos colaboradores multilingües y experimentados viajeros que conozcan de primera línea nuestra competencia y sus atributos. No permita que le pasen facturas políticas para efectuar nombramientos de amigos o familiares de la capa política del país.
2. Adopte una política de cero errores. No tolere errores. Cito como obvio ejemplo, fresco aún en mi memoria, la pobrísima utilización del idioma inglés en nuestros escritos: Nuevos banderines ubicados fuera de aduana en Tocumen, que reciben al turista con el mensaje: “Welcome to Panamá, celebrating our centennary”. Amén de que la palabra centennary no existe en la lengua de Shakespeare (debería ser centennial), ya la conmemoración del centenario ocurrió durante el año 2003. Otro imperdonable error se encuentra en el portal del IPAT, donde al solicitar folletería se le gestiona al turista unos datos, separando a las personas por sexo: entre “correo” y mujeres (Mail/Female). Hombre es male, no mail. Detalles, señor ministro. No deje que se le pase ninguno, que su imagen -y sobre todo la de Panamá- está por encima de todo.
3. De un plumazo, utilizando su influencia en el Gabinete, elimine todos los permisos de pesca otorgados durante este insensible gobierno, en su gran mayoría a flotas pesqueras asiáticas, que están destruyendo nuestra fauna marina. En una clara referencia al asesinato en nuestros mares, un buzo americano que nos visitó en 2001, maravillado por las bellezas marinas cercanas a Coiba, nos confía durante su última visita al istmo la terrible desolación, la matanza indiscriminada de peces, tortugas, corales, y de toda la vida marina. Y esto, para llenar los bolsillos de unos cuantos sinvergüenzas.
4. Se hace evidente un cambio total de personal en Tocumen, empezando por los nombramientos políticos en su junta directiva y la flamante gerente general, a.i., quienes pretenden enquistarse autonombrándose por 10 años. Se debe publicar un anuncio en los periódicos más influyentes del orbe para solicitar un administrador idóneo, con vasta experiencia en administración aeroportuaria y cuya gestión haya arrojado excelentes resultados. Y después de seleccionar al mejor de los postulantes, otorgarle carta blanca para que ejecute el mejor plan para el manejo de Tocumen, con el común denominador de cortesía en el trato de todos los pasajeros, sean o no turistas.
5. Durante sus intervenciones en el Consejo de Gabinete, eleve los temas de mayor importancia para el turismo y para el país, tales como la fiabilidad de un excelente sistema de transporte vial que reemplace las desbaratadas carreteras y caminos del país. Insista en la implementación de un sistema de seguridad nacional que incluya máximas penas para aquellos asesinos insensibles que a diario siegan la vida de nuestros compatriotas, y uno que otro turista. Abra los cielos de Panamá a cualquier aerolínea que quiera traer a los turistas a precios asequibles. Es una vergüenza la diferencia de un pasaje entre Europa y Costa Rica, vis a vis, Panamá.
6. Construya más aeropuertos, pero no con los limitados recursos del Estado, sino privatizando este servicio, tal como lo ha hecho, por ejemplo, República Dominicana, país que a pesar de abarcar menos de la mitad de nuestro territorio, cuenta con cinco aeropuertos internacionales. ¡Eso es turismo! Abra cada día más las fronteras de nuestras provincias a esta industria sin chimenea, creando así más empleos y oportunidades para nuestros compatriotas de todas las esferas sociales, sobre todo los más necesitados.
7. Ponga en práctica la creación de centros de bienvenida en todos los aeropuertos, fronteras y provincias del país. El mejor turista es un turista bien informado. La creación de quioscos o ranchos típicos en las carreteras al llegar a una nueva provincia incentiva al turista a examinar las diversas literaturas, las opciones disponibles, y visitas a sitios que de otra forma no hubiese recorrido.
En resumidas cuentas, señor ministro, en sus manos está el logro de una política congruente de turismo para Panamá. Ya no existirá la endeble excusa que el IPAT depende de un ministerio. Es hora de actuar y de tener los mejores intereses del país como norte, y la eficiencia, capacidad y amabilidad como denominadores comunes de su gestión de venta de Panamá como el mejor destino turístico y el mejor sitio de descanso para los jubilados del mundo.
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