Casco Antiguo: ¿Vergüenza Nacional?

Diario Panamá América

5 de octubre 2013

Casco Antiguo: ¿Vergüenza Nacional?

Jaime Figueroa Navarro

Como suele ser, APEDE sigue siendo la medula del pensamiento istmeño porque no solamente amalgama un valioso grupo de empresarios, sino también convida a terceros a participar en el debate de temas de importancia nacional.  Dentro del forcejeo que despunta el Casco Antiguo existen varios ejes fundamentales para su análisis:   Patrimonio Histórico, Urbanismo y Turismo. 

En el Salón Presidencial de APEDE se celebró esta semana un interesante foro, por invitación del Presidente de la Comisión de Urbanismo y Transporte, Arq. Tomás Sosa, quien también fungió, hace algunas lunas, como el primer director de lo que hoy es la Oficina del Casco Antiguo, con las ponencias del Dr. Carlos Fitzgerald, brillante arqueólogo y antiguo Director Nacional del Patrimonio Histórico del Instituto Nacional de Cultura, y del Lic. Ricardo Gago, filántropo istmeño quien se ha entregado a la noble tarea de rescatar las iglesias del Casco Antiguo.  

En síntesis, la presentación del Dr. Fitzgerald nos manifiesta que el Plan Maestro del Casco Antiguo data de comienzos de siglo y debe ser modificado por la Oficina del Casco Antiguo.  El Lic. Gago nos proporcionó un intimo vistazo al caótico estado de las iglesias en el Casco, describiendo la Catedral Metropolitana, actualmente cerrada, como “la mayor vergüenza nacional.”  En su proyecto de recolección de fondos para la reparación de los templos, no se ha recibido ninguna asistencia por parte del estado.

Aunque rascado muy por encima, ninguna de las presentaciones presentó el meollo del asunto, que a mi parecer es y debe ser, turismo.  Y esto me preocupa porque recientemente leí en la sección de viajes de uno de los diarios de mayor circulación europeos, la fascinación del escritor con la ciudad de Panamá, describiéndola como una mezcla de Manhattan con Venecia, siendo Nueva York los impresionantes rascacielos que bordean la bahía y la joya de la región de Veneto el atractivo colonial del Casco Antiguo.

Para maximizar la potencialidad del Casco Antiguo y sus extramuros, que incluye al Barrio Chino y el Mercado del Marisco, se hace de rigor dedicar el área particularmente al turismo, algo que han madurado muy bien sus homólogos:  Cartagena de Indias en Colombia y el Viejo San Juan en Puerto Rico.

Ante todo, fuera las entidades publicas.  Fuera los funcionarios con su tropel de automóviles y carpetas que solo entorpecen la seducción del turista con este oasis.  El Casco merece ser más peatonal en su funcionalidad.  Para ello merece la revitalización del proyecto del tranvía como mayor fuente de movimiento de transporte.  El Casco debe ser dedicado al turismo, al ocio del visitante para que se enamore, gaste bastante dinero, creando fuentes de trabajo bien remuneradas y retorne una y otra vez.

Se hace de oficio una Oficina del Casco Antiguo con mayor autoridad y un proyecto con fecha de inicio y fecha de finalización exactas, irrompibles.  Un plan de construcción masivo, dándole la opción a los dueños de inmuebles de construir o vender.  ¡No podemos darnos el lujo de un Casco a medias, con ruinas frente a un precioso edificio recién remodelado!  En su totalidad debe ser, plenamente reconstruido para ofrecer al visitante un verdadero paraíso y a los inversionistas un justo retorno a su inversión.  Se hace evidente, se exige, una política de estado para este patrimonio histórico que parecen apreciar mas los visitantes que nosotros.

Lo que más me impactó del foro es que los participantes todos salimos con bríos, con deseos de hacer algo, de convertirnos en protagonistas, en visionarios y aportar para el éxito de este proyecto donde lastimosamente el comentario que más escucho de visitantes, es que duele el espectáculo de la basura.  Esta percusión debe tener un efecto multiplicador, ejercer continuada presión y que se tomen las acciones correctivas cuanto antes para el beneficio de nuestro orgullo nacional y nuestro resurgente turismo.