viernes, 15 de noviembre de 2013

Zigzagueando Chiriquí

Diario Panamá América
16 de noviembre 2013

Zigzagueando Chiriquí
Jaime Figueroa Navarro

A lo lejos, cual luciérnagas, diviso como un pesebre las luces de un amanecer boqueteño.  Posterior a la extendida jornada de seis horas desde la capital, encuentro refugio en la elegante mansión de Donnie Estrada Troetsch, promotor del proyecto Los Molinos y vibrante empresario del Valle de la Luna en Alto Boquete, divisando al alba, más allá del poblado, redondeados cerros que abrazan el litoral Pacifico y las islas del Golfo de Chiriquí.

A pesar de los inmensos avances en infraestructura vial, el tramo entre Santiago y David es un tapón que detiene el flujo de un turismo de mayor brío hacia el occidente panameño, por su  fraguado  deterioro.  En vez de quejarnos vemos con buenos ojos que ya se ha licitado su construcción lo que permitirá el transito ininterrumpido desde la capital hasta Paso Canoas, limítrofe con Costa Rica.  También positivo es la recién construcción de la autopista entre David y Boquete a cuatro carriles aunque faltante del más elemental  letrero, su señalización que indique al viajero como accederle desde la Carretera Interamericana. 

Tomando la carretera (nuevamente sin señalización) que nos lleva directo de Boquete a Volcán vía Potrerillos, rebasamos los cerros cuasi Toscanos a través de las fincas de naranjas de Cítricos de Chiriquí hasta llegar al Restaurante Cerro Brujo Gourmet de la Chef Patricia Miranda Allen.

El valor agregado del restaurante de esta afamada compatriota, autora del libro de recetas ngobe buglé Fogón de Mis Amores, obra premiada con el Primer Premio en el Congreso Culinario de Paris el año pasado, no es su comida, que es sublime, sino la obligada visita a su huerto donde los frutos son todos orgánicos, las gallinas proveen los huevos de patio y las cabras la leche para la producción de quesos.

El menú del día arranca con fondos de alcachofas rellenos de trucha ahumada, natilla y albahacas, coronado con dos huevos de codorniz perfectamente pochados de entrada, seguido por el plato principal, panza de cerdo horneada por nueve horas con cerveza y finas yerbas, coronando con el postre, banana Foster preparado con guineos deshidratados con azúcar morena, mantequilla y canela, flambeados con tequila.  Posterior a este festín permanece la reminiscencia de cada particular sabor, contando los días para nuestra próxima visita.  ¡Hasta el pan challah, hecho en casa, complementado con romero y ajo, embadurnado con Labne, queso de yogurt casero en vez de mantequilla, es tan espléndido que urge repetirle! 

Continua nuestra travesía hacia la poza de aguas termales de Don Pedro Pitti en Caldera.  El agua termal sulfurada ha sido ampliamente reconocida tanto por la comunidad científica médica, como por los agüistas que a lo largo de la historia han realizado tratamientos termales con resultados muy positivos.  Las aguas termales sulfurosas son las que tienen unas propiedades mineromedicinales más específicas en terapias para la piel y afecciones respiratorias.

Por su composición, las aguas termales minero-medicinales están indicadas para el tratamiento de un gran número de enfermedades. Cutáneas: Eczemas, Psoriasis, eritemas, acnés, dermatitis.  De las vías respiratorias: Nariz, laringe, tráquea y bronquios; asma bronquial, bronquitis crónicas del fumador, laringitis, sinusitis, catarros crónicos y asma.  Procesos reumáticos: ciáticas, lumbago, tortícolis, mialgias, neuralgias y artrosis. Afecciones hepáticas y de las vías biliares: colecistitis, cólicos hepáticos y biliares. Inflamaciones de las mucosas, conjuntivitis, blefaritis, catarros crónicos y uterinos.  ¡Otro enorme atractivo de tierras altas por descubrir!

Continua nuestra romería en el restaurante del Hotel Boca Brava, en la isla de Boca Brava, a lo alto de una ventosa península con vistas de las esmeriladas aguas del Parque Nacional Marino Golfo de Chiriquí.  Este paraíso se encuentra a 40 kilómetros de David en dirección a Panamá  y cinco minutos en taxi acuático del pueblo de Boca Chica.

Conversando con una turista argentina, esta me relata que descubrió el sitio gracias a un articulo publicado en la revista Panorama de Copa Airlines.  La langosta al ajillo y patacones engullida con una cerveza Balboa bien fría, coronan la dicha de encontrarnos en este paradisiaco ámbito.  Terminamos nuestra visita, como siempre, comprando huevitos de leche, producto artesanal de la familia Córdoba en calle cuarta de David, de fama nacional e internacional.  ¡Meto!     


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