Diario
Panamá América
1 de marzo de 2014
1 de marzo de 2014
Retoñar
del Casco Antiguo
Jaime
Figueroa Navarro
Florecen
los guayacanes tiñendo el lienzo del verdor istmeño de amarillentas pecas
mientras en la soñolienta bahía de Panamá los islotes forjados durante las
mareas bajas del pacífico están repletos de gaviotas Leucophaeus atricilla, invernales visitantes de Nueva Inglaterra,
que expurgan sus cascarones y asaltan los playeros feudos de talingos como los
piratas de antaño hacían con las ciudades coloniales.
El
esplendor de ciudad de Panamá es más evidente durante el verano, maquillado por
una elevada presencia de turistas y opciones de turismo más allá de los buses
rojos de dos pisos que distinguen los destinos de alcurnia, incluyendo el
Aquabus, el primer autobús anfibio de turismo que hace rabiar a los conductores
en medio de tranques en la cinta costera durante las horas pico.
Con
buenos ojos vemos los cambios que acaecen en el Casco Antiguo. La evaporación de las telarañas del cableado cincela
aun más el diseño de sus bellos balcones floreados de fastuosas veraneras,
mientras sus calles recién adoquinadas nos hacen olvidar los frecuentes surcos
del otro lado de una ciudad, a todas luces bajo construcción, resultado de la
obra del metro más moderno del mundo, el BioMuseo de Frank Gehry, la extensión
de su cinta costera y las múltiples y constantes edificaciones y
remodelaciones, sin mencionar la expansión del canal de Panamá.
Si
bien es cierto, la recién aprobada ley 433, que
actualiza el régimen fiscal aplicable para la rehabilitación y puesta en valor
del Conjunto Monumental Histórico del Casco Antiguo de la ciudad de Panamá,
incluye la polémica figura de expropiación es importante acabar de una vez por
todas con la especulación por parte de algunos propietarios sin ningún deseo de
renovar sus propiedades, a fin que se realice un desarrollo integral de este
inmenso atractivo que dio luz al recién altruista comentario en la prensa
italiana de ser la única orbe mundial con “una combinación de Manhattan y
Venecia, lado a lado”.
Si capitaneara las riendas del turismo
istmeño, iría aun más allá, recomendando el engendro de una nueva ley
declarando el área de interés turístico, retomando el proyecto del tranvía,
eliminando el transito vehicular, expropiando todas las propiedades estatales y
expandiendo los limites del casco, para incluir Santa Ana, Salsipuedes y el
Barrio Chino hasta el Mercado del Marisco dentro del área de exclusión
turística.
Nada tienen que hacer funcionarios en el
Casco. Estorban con sus vehículos y
quehaceres la ventura turístico de la zona.
El nuevo Plan Maestro del área debe excluir todas las entidades publicas
de un sector exclusivamente turístico para el pleno logro de su propósito. ¿Se imaginan ustedes un hotel en la sede del
Instituto Nacional de Cultura en la Plaza de Francia? No tenemos que irnos muy lejos, en la cinta Quantum of Solace filmada en Panamá en
2008, fue precisamente el asiento del Hotel Andino en La Paz, Bolivia, donde se
hospeda el legendario James Bond, antes de asistir a una fiesta en la sede del
antiguo Club Unión, a cortas cuadras de distancia.
El indudable valor del Café Coca Cola en la
plaza de Santa Ana, debidamente reconstruido con un museo y tienda de souvenirs
como la primera sede internacional del gigante de las bebidas de Atlanta,
Georgia fuera de Estados Unidos, seria un hito invaluable para esa empresa en
el centro histórico de la ciudad.
Asimismo, podemos explotar muchos otros nichos convirtiendo la zona en
un verdadero atractivo turístico que opaque marcadamente su competencia en
Cartagena de Indias, San Juan de Puerto Rico, La Habana, Cuba y Nueva Orleans,
Louisiana creando de esta forma un potente imán al turismo de convenciones que
sacie las habitaciones de todos los hoteles actuales y futuros de nuestra
capital. Todo lo que se necesita es un
poco de imaginación, profundo amor por la patria y deseos de trabajar. Solamente entonces lograremos un Casco
Antiguo del cual todos estaremos orgullosos, creando un sinnúmero de bien
pagadas fuentes de empleo permanentes, un interesantísimo retorno a la inversión
y tan placenteros recuerdos de los que nos visitan, con el deseo de un pronto
retorno, convirtiéndose por mercadeo de boca a boca, en nuestros mejores
embajadores mas allá de nuestras fronteras. ¡Hagámoslo bien de una vez por
todas!
Buenas noches, compa.
ResponderEliminarDisculpa la palabra compa, pero así me refiero a una persona como usted: caballerosa, humilde, con deseos no solo de su superación, si no que todo aquel que lea sus escritos o lo conozca a usted personalmente también pueda superarse en el ámbito que lo rodee. Nunca se de engatusar por ningún gobierno, lo que usted dice y hace, sinceramente es de todo corazón, no como el mequetrefe que tenemos de administrador de turismo que solo levanta la voz para defender a su amo en la presidencia de la república, usted si es un caballero del turismo. Ojala que sus escritos lleguen a todos esos corazones que como el mío quieren ver su país prospero, quieren demostrarle al mundo que aquí en Panamá hay sitios de interés turístico. Soy uno de los pocos que le agradece por llevar el estandarte de la bandera panameña y representarnos turísticamente con relación a todo lo que Panamá ofrece al turista internacional y nacional, espero poder sentarme y charlar personalmente tras una taza de rico café traído de nuestras montañas, ya sea de Boquete o de donde venga.
Sin otro particular, quedo de usted.
Zorro Gris.