Diario Panamá América
19 de abril 2014
Desarrollando
Turismo de Verdad
Jaime
Figueroa Navarro
Aprovechando
el proyecto de expansión del canal de Panamá para crear un sistema de servicios
que cubra óptimamente todas las necesidades de la nueva generación de barcos
que transitarán el istmo engendramos riquezas y bien remunerados empleos hasta
el momento inexistentes en el desarrollo económico del país. Así mismo se hace imperante un sesudo
análisis del sector turismo para que el gobierno entrante pueda acrisolar las
enormes oportunidades que se nos presentan en este vital rubro que goza de una
potencialidad virgen y exige un contundente cambio.
Ante
todo, se hace necesario un repaso del status quo. Hemos levantado una infraestructura logística
impresionante. La expansión del
aeropuerto internacional de Tocumen, aun en proceso, en conjunto con la
incorporación de los nuevos aeropuertos internacionales de Rio Hato, Colón y
David, amalgamados a la fecunda expansión y renovación del sistema de
carreteras nacionales, hacen que ya casi todo “este cerca”.
La
red de hoteles, creciente cual pradera de hongos, se hace evidente
principalmente en la capital, con importantes adiciones en provincias. La promoción del istmo en ultramar ha sido
sin duda el punto de mayor impacto durante el ultimo quinquenio, como lo es la
construcción del nuevo centro de convenciones de Amador. La educación del elemento humano para proveer
servicios en la industria se ha visto multiplicada y perfeccionada.
¿En
que podemos mejorar entonces? Debemos
enfocarnos en generar un incremento en la cantidad y satisfacción de
turistas. No es posible que el pueblo de
Buga, Colombia que se nutre exclusivamente a través del turismo religioso
dirigido hacia la Basílica del Cristo Milagroso, reciba 50% más visitantes
anuales que la Republica de Panamá. Peor
aun que no entendamos si los turistas cuando se van serán nuestros mejores
embajadores o más acérrimos críticos.
Comprender su experiencia y visión, es clave para un turismo mantenido,
saludable y mejorado.
El
Ministerio de Turismo debe ser reestructurado para incorporar las figuras de
Vice Ministros de Turismo Interior y de Turismo Exterior. El primero con afanes dirigidos a tareas
básicas, inexistentes, como la señalización de sitios relevantes. No existe ningún letrero en el poblado de
Natá de los Caballeros que indique al visitante, que allí se erige la iglesia
más antigua de tierra firme del continente Americano. A la recién incorporación de Air France con
vuelos directos desde Paris, no se le ha integrado a la terminal aérea de
Tocumen letreros en idioma francés.
El segundo, un verdadero Marco Polo, deberá dedicarse a exponer las bondades de nuestro turismo en ultramar, aprovechando para atraer importantes inversiones, no solamente en hotelería sino también en parques temáticos, acuarios y todos esos rubros denominados en ingles “fun and leisure” que complementen y optimicen las inversiones en hoteles a lo largo y ancho de la república. Finalmente, dentro de sus responsabilidades por falta del interés de COPA, la negociación para los derechos de aterrizaje en vuelos directos desde Norteamérica de las aerolíneas de bajo costo, tales como Southwest, Virgin America, JetBlue y Frontier hacia los nuevos aeropuertos internacionales de provincias.
El segundo, un verdadero Marco Polo, deberá dedicarse a exponer las bondades de nuestro turismo en ultramar, aprovechando para atraer importantes inversiones, no solamente en hotelería sino también en parques temáticos, acuarios y todos esos rubros denominados en ingles “fun and leisure” que complementen y optimicen las inversiones en hoteles a lo largo y ancho de la república. Finalmente, dentro de sus responsabilidades por falta del interés de COPA, la negociación para los derechos de aterrizaje en vuelos directos desde Norteamérica de las aerolíneas de bajo costo, tales como Southwest, Virgin America, JetBlue y Frontier hacia los nuevos aeropuertos internacionales de provincias.
Debemos
potencializar el caribe istmeño con un plan maestro para su desarrollo integral
que permita el pleno goce de nuestro mejor océano. Una autopista caribeña desde San Blas hasta
la frontera con Costa Rica, eliminaría los mayores focos de pobreza extrema
istmeña y se pagaría solita con la venta de terrenos estatales y el incremento
en la base fiscal. No es posible que del
millón de veleros existentes en el caribe, solamente diez mil se acerquen a
nuestras costas, a falta de infraestructura, perdiendo la oportunidad de importantes
ingresos en este floreciente campo.
Más
que todo nos hace falta integrar la potencialidad de sitios hasta ahora
estériles por falta de creatividad y acción.
Lugares
como el cerro Pechito Parao en Darién donde Balboa divisa el Mar del Sur y el
Camino Real desde el Puente del Rey hasta Portobelo, desarrollados en su máxima
expresión, brindan al turista y al ciudadano común, la oportunidad de caminar
la historia única de nuestro país, en vez de estar echados en perezosas hamacas
en Coronado. Tomando en cuenta nada más
el Camino Real como sendero histórico, nos brindaría la oportunidad de duplicar
la cantidad de turistas que recibimos.
Pregúntele a los hoteleros si la ínfima inversión en este desarrollo
vale la pena.
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