Diario
Panamá América
27 de septiembre 2014
Aprehender, Aprender
Jaime Figueroa Navarro
Tomando empeñadas las
palabras de mi caro tocayo, oriundo de Mérida y Malcocinado, España, Don Jaime
Ruiz Peña, compañero orador durante el I Congreso de Pastoral de Turismo
celebrado esta semana en la Escuela de Post Grado de la USMA contando con la
entusiasta y nutrida presencia de cientos de curiosos y emblemáticos estudiosos de la industria sin chimeneas,
logramos en efecto utilizar estos dos hermosos verbos para aprehender sus
corazones logrando el deseado efecto de calcar en sus cerebros un profundo
sentimiento de patria.
Aprender no de sitios y
situaciones, enseñar por el contrario a amar lo nuestro, a sentir el orgullo de
la panameñeidad, a sentirnos apasionados
por ser los afortunados hijos de esta divina tierra, eliminando todo vestigio
de absurdos complejos de inferioridad.
Se abre una oportunidad única
en nuestra historia. La Iglesia lo tiene
claro: El encauce debe estar con los estudiantes universitarios del ramo,
futuros líderes, savia de la nación, sapientes del tema. La Autoridad de Turismo sabe que no puede
desaprovechar esta ventana de oportunidad.
En otros países como México y Ecuador al no ir de la mano de la Iglesia,
por mucho dinero que se dispense, el esfuerzo resulta casi vano.
Al tomar la palabra, expresé
la necesidad del cambio del currículo de la carrera, anotando de ojo a ojo al
Rector Magnifico Voloj Pereira, entre otros de sus colegas, que debemos crear cuadros de profesionales
plurilingües de verdad, que dominen la lengua de Shakespeare a perfección, en
adición a poder entablar pulcros diálogos con los pasajeros que descienden en
Tocumen de los vuelos de Air France y TAP de Portugal. Allí aproveche para esculpir en la materia
ósea de los estudiantes que el manejo de lenguas no es un relajo, sino más bien
un multiplicador de ingresos a través de sus vidas. En lugar de repasar pueriles novelas en
televisión durante sus ratos de ocio, deberían escuchar los programas de RAI,
CNN, TV France 24 y otros programas que asistan en la captación y desenvoltura
de idiomas.
Comparto con ustedes la
pincelada del turista Jaime Ruiz Peña al visitar el recién abierto BioMuseo el
pasado domingo: lo primero que impacta al exterior es la luminosidad de colores
y formas que son una metáfora de lo que es el país, eclosión de vida, que de
pronto al entrar se transforma en la sosegada sombra de un bohío metálico. Luego como cueva de Altamira del conocimiento
de la biodiversidad te vas deleitando por las pinturas y palabras esculpidas en
sus paredes para engullir didácticamente el potentísimo mensaje que el Homo
Sapiens no existiría sin el surgimiento de Panamá. ¡Ya no hay que ir a Disney para ver una de
las maravillas del mundo! ¡Simplemente
no se pueden perder Panamarama! ¿Qué será?
En vez de dudar, acuda usted sin
demora para que no le echen cuentos.
El Dr. Feliciano Correa,
catedrático de la Universidad de la Rábida y Cronista Oficial de Jerez de los
Caballeros, pueblo natal del descubridor del Mar del Sur en Extremadura,
España, nos regaló una ponencia magistral sobre la importancia del turismo
cultural y humanitario para el desarrollo de las comunidades. Nos dice el catedrático que Panamá cuenta con
un inventario impresionante de sitios, portentosas joyas de la historia, que
bien pudiese explotar para la optimización de un turismo que a gritos pide intimar
su pasado. Para ponerle el postre al
banquete, nos presenta su ultima obra Balboa,
La Fantástica Historia de un Hidalgo Español, que nos narra el
hallazgo del Océano Pacífico, que trae consigo la gran revolución, tanto en el
ámbito científico de cartógrafos y cosmógrafos, como en el de los humanistas,
juristas y teólogos al hallar en aquellos espacios lejanos gentes desconocidas. Interesante desvelo que nos pinta un
pincelazo de la historia y resalta la importancia del istmo en el quehacer del
comercio mundial cuatro siglos anterior a la apertura de su canal, obra que por
su contenido se convierte en lectura obligada de todos los eruditos panameños.
Y así vivimos cuatro jornadas
repletas de sapiencias que sirvieron para remojar generosamente las tiernas
esponjas del intelecto de estudiantes universitarios y rellenar el cofre del
turismo nacional con planes de acción puntuales cerrando ayer con una
extraordinaria misa concelebrada en el histórico fuerte de San Lorenzo ubicado
en el caribe tropical colonense, rodeado de magnánimo verdor y azuladas
mariposas, en la frondosa desembocadura del rio Chagres. Como quien dice, turismo del bueno de verdad,
con el imponente reto de resultados y nutridos aplausos en esta corrida donde
los protagonistas se hicieron acreedores a la oreja, el rabo y la pata del bravo
bovino por su guapísimo toreo y excelso amor a la patria.
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