Con afecto recibimos la refrescante invitación de Monseñor Ulloa hace varias semanas a integrar el circulo de planificación del I Congreso de Pastoral de Turismo de la República de Panamá. Posterior a la organización de múltiples foros de turismo gremiales en capital, provincia y allende complementado al eternizado recorrido por recónditos parajes istmeños, se hacia evidente una notable laguna semántica en nuestro quehacer turístico.
La Organización Mundial del Turismo (UNWTO), entidad adscrita a las Naciones Unidas con sede en Madrid, vergonzosamente sin ningún representante de la república de Panamá, celebra el 27 de septiembre la Jornada Mundial del Turismo, que este año se rige bajo el tema Turismo y Desarrollo Comunitario. La noción de “desarrollo comunitario” está muy vinculada con un concepto más amplio que forma parte de la doctrina social de la Iglesia Católica, aquel de “desarrollo integral”.
Ante todo, para gozar de un desarrollo integral se exige
una educación creativa que nos libere de la pobreza intelectual que aflige a la
industria y al país. Educación turística
no es la formación de cuadros de mucamas y cantineros, ¡va mucho más allá! Cuando el temario en un currículo
universitario de turismo incluya la génesis de aplicaciones istmeñas de turismo
en las plataformas Apple y Android que efectivamente mercadeen nuestro destino,
incluyendo un arcoíris folclórico, indígena y ecológico, entonces la flecha
estará bien direccionada.
Es por ello que este congreso, que se celebrará del 22 al
26 de septiembre en la escuela de postgrado de la Universidad Santa María La
Antigua, goza de un diplomado de la Universidad de Barcelona y su núcleo estará
integrado por estudiantes universitarios inspirados por creativos oradores de
allende y del patio para calar que el desarrollo comunitario es mucho más que
proveer los elementos para la producción de artesanías.
Un caso en mente en turismo religioso, es el poblado de
Buga, ubicado en el Valle del Cauca colombiano, que recibe en su Basílica del
Cristo Milagroso tres millones de peregrinos anuales, es decir, 50% más que la
totalidad de visitantes anuales en la república de Panamá. ¡Vergüenza nos debe dar que gozando Panamá de
la iglesia más antigua de tierra firme en el continente americano, en Natá de
los Caballeros, no exista ningún letrero en la carretera interamericana que
invite a propios y extraños a su peregrinación!
Es un descredito a las autoridades locales, provinciales y nacionales
que este poblado y sus ciudadanos no maximicen la riqueza de su patrimonio, tal
cual lo hace Buga.
Abundan los ejemplos en turismo histórico. El desarrollo del Camino Real entre Panamá
Vieja y Portobelo como un sendero turístico de categoría mundial, multiplicaría
el numero de turistas al istmo engrosando los anémicos índices de ocupación hotelera capitalina. La habilitación de la trocha hacia la cúspide
del cerro Pechito Parao originando en Quebrada Eusebio, Darién, iluminaría a
nuestros visitantes con la magnánima visión del Mar del Sur en el golfo de San
Miguel como otrora le descubrió Vasco Núñez de Balboa complementado a una
inmersión en la naturaleza, en el verdor tropical envuelto por azuladas
mariposas y multicolores pajarillos, el verdadero atractivo de nuestro país. Sobremanera, asistirá al genuino desarrollo
turístico de esta olvidada provincia.
Para cerrar con broche de oro y la bendición de Cristo,
el viernes 26 de septiembre se celebrará una imponente Eucaristía Típica
concelebrada a las 10:00 A.M., presidida por Monseñor Ulloa y todos los obispos
de la república en el Fuerte San Lorenzo, a la desembocadura del río Chagres en
el caribe colonense, a la cual están todos cordialmente invitados. La selección del sitio no fue casual, busca
dotar como expresión de cariño y respeto a la patria que nos vio nacer, porque
esta nación, más que cualquier otra, goza con una semejanza muy especial al
paraíso terrenal. Para aquellos
escépticos que dicen que no se puede, no les escuchen, nunca se rindan, las
grandes cosas toman tiempo. ¡Con un pie
hacia delante, a través de este simbólico acto iniciemos el verdadero cambio!
Nota de Autor: Articulo enviado al diario La Prensa, lastimosamente no publicado
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