jueves, 18 de diciembre de 2014

Los Verdaderos Mambises

Diario Panamá América
20 de diciembre 2014

Los Verdaderos Mambises
Jaime Figueroa Navarro

Estudié en Nebraska, que rima con Alaska y es igual de frio.  Somos pocos los panameños que optamos por esta ruta al seleccionar un sitio donde cultivarnos en Estados Unidos.  La gran mayoría o escarban las cálidas arenas de las costas de la península de Florida o se arriman a la costa este del imperio.

A inicios de la década de los setenta, crucé el puente de la carretera interestatal 80 que une los estados de Iowa y Nebraska en el mero corazón de la campiña estadounidense encontrándome un curioso letrero, que a pesar del pasar del tiempo todavía permanece, y que leía: “Bienvenidos a Nebraska, la buena vida”.  He visitado 42 estados de la Unión, encontrando este mensaje muy particular.

Durante mis clases de Ciencias Políticas con el Profesor Bill Avery, posteriormente Senador William Avery, deje bien clara las bases que Panamá y Estados Unidos, a pesar de nuestras claras diferencias en tamaño y geografía, estábamos al mismo nivel en la comunidad de naciones y que en efecto la palabra imperialismo estaba obsoleta en el diccionario de relaciones internacionales y por ende la presencia norteña en Panamá no era bienvenida.

Fue entonces que tomé la decisión de elevar mi caso por la justa aprobación de los tratados del canal de Panamá al publico, escribiendo un articulo en la sección de opinión del diario Omaha World Herald que por tratarse de un tema controversial conjuró el sello de aprobación de los editores al publicarle en su edición dominical.
 
Me tildaron de comunista.  En aquellos tiempos en que la negritud era evidente símbolo de sumisión en un coloso donde recién habían asesinado al candidato presidencial Robert Kennedy y al líder de los derechos humanos Dr. Martin Luther King, la arrogancia de sus ciudadanos se hacia evidente en la popularidad del actor Ronald Reagan, candidato Republicano a la Presidencia, que al referirse al canal de Panamá, repetía el léxico: “Lo compramos, lo construimos y nos vamos a quedar con el”. 

Fue una época difícil de mi vida, pero a pesar del rechazo de mis compañeros estaba dispuesto a servir como uno de los paladines de nuestra causa, convenciendo a muchos, así creando un circulo de jóvenes que velábamos por la verdadera justicia en nuestras relaciones.  Lo demás es historia.  A pesar del clamor de retrogradas Archie Bunkers, los tratados se firmaron y se cumplieron.  Panamá goza de un envidiable crecimiento económico desde ese viernes 31 de diciembre de 1999 y resultado de la expansión del canal, los puertos estadounidense se preparan para una época de despegue sin igual en su historia.  Ahora si nos tratamos de tu a tu y el Embajador de Estados Unidos cesó de ser el enviado de Dios en el istmo.  Gozamos de excelentes relaciones.

El termino “Mambises” se refiere a los soldados que pelearon contra España en la guerra de independencia de Cuba y origina por Juan Ethnnius Mamby 'Eutimio Mambí'.  Mamby, un oficial negro Español que desertó para luchar con los Dominicanos en contra de los Españoles en Santo Domingo en 1846.  A pesar que el termino fue acuñado de forma derogatoria y racista por las tropas españolas, los soldados de independencia de Cuba orgullosamente le adoptaron a finales del siglo XIX.

Traigo todo esto a colación porque a pesar de conocer todos los países de tierra firme y el Caribe insular de nuestra América resultado de mi labor al trazar el entramado celular continental en la década de los noventa, jamás he visitado Cuba, tal vez resultado de la demonización gringa y la romántica visión del Che con su puro, clamando un “¡Hasta la Victoria!” en la Plaza de la Revolución de La Habana, que a pesar de su velo revolucionario entra en conflicto directo con mi ideario.

Y así como al Presidente Carter le tildaron de traidor, pasándole la factura por su error panameño en su campaña de reelección de 1980, de seguro airados Republicanos clamaran a diestra y siniestra sobre el peligro de “aceptar” relaciones con un fantasma Cubano, isla “Comunista” a pesar del fenecimiento de la causa al derrumbe de la U.R.S.S. en 1991, crucificando al alevoso Presidente Obama.

Que nos sirva la historia de guía.  El laboratorio cubano no es más que el resultado del firme apoyo estadounidense a la cruenta dictadura de Fulgencio Batista, formándose el tamal al descender de la Sierra Maestra un victorioso Fidel Castro portando la medallita de Cristo el 2 de enero de 1957, hace  casi sesenta años.  Estados Unidos mantiene relaciones diplomáticas con Rusia, Vietnam y China.  El cambio de Cuba hacia una verdadera potencia turística se hizo evidente cuando paralelo al anuncio el pasado miércoles en la bolsa de valores de Nueva York las acciones de Copa Airlines y de Royal Caribbean despuntaron.


Antes que se transforme en la Disneylandia del Caribe, he de visitar Cuba.  Por cierto, retomando nuestro relato, el año pasado regresé a Nebraska por invitación del Senador Avery, transformándose mi sello de comunista de los setenta al recibir la proclamación de parte del Alcalde Chris Beutler de la ciudad capital estatal de Lincoln como Ciudadano Honorario.  ¡Como cambian los tiempos!      

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