Diario Panamá América
7 de febrero 2015
Posibilidades en Turismo
Jaime Figueroa Navarro
Se valora y empolla mucho el compartir las vivencias de visitantes con
vastísima experiencia en el quehacer turístico global. Basta con caminar las
calles, senderos y trochas de la geografía nacional para toparse con personajes
que nutren con sapiencia natural el vasto teatro del acontecer turístico
istmeño. Aprovechando la temporada alta de nuestra época seca y la crudeza
de un invierno que no parece ceder en el hemisferio norte, auscultamos la
invaluable opinión de visitantes de diversas geografías mundiales que nos
honran con nuestra selección como destino.
Ante todo, a pesar de la necesidad de auditar las actividades del pasado
gobierno, tema que debe ser aplaudido por la ciudadanía al inicio de cada nueva
administración, se hace notorio el impasse en la ausencia de publicidad
efectiva sobre nuestro destino, por cualesquiera inexcusables pretextos,
sobremanera al ojear que durante el pasado campeonato de futbol americano Super
Bowl XLIX, el evento de mayor audiencia en la historia de la televisión
norteamericana, celebrado el pasado domingo, fuese sorpresivamente Ecuador en
lugar de Panamá quien a través de una muy lucida pauta publicitaria, tomase la
delantera en la atención del turismo internacional, abriendo los ojos del mayor
mercado del turismo panameño hacia las bondades que bien ofrece el hermano
país. ¡Estas cosas no se hacen y menos se perdonan!
Lo admirable de las auditorías que se vienen llevando a cabo es que ojalá
el ejercicio se convierta en conducta permanente, no exclusiva de esta
administración, que faculte finalmente el pleno florecimiento de entidades
estatales competentes cuya selección de personal sea tan cualitativa como se
acostumbra es en el sector privado, extirpando de una vez por todas no
solamente la corrupción sino también la muy vulnerable ineficiencia.
Solamente así podremos llegar al otro nivel que todos deseamos, al
desarrollo vertiginoso que merecemos, liderados por panameños con el amor a la
patria como común denominador y el conocimiento de causa como bandera. ¡Igual
de mal o más le hace al país la esterilidad que la corrupción! Con ello en
mente, comparto con los amables lectores el último de una serie de artículos
despachados por el escudriñoso análisis del periodista norteamericano Keith
Schneider, pluma del diario The New York Times y del portal Circle
of Blue, quien visitó el istmo durante el mes de enero, titulado Panamá: Ambicioso, Fascinante y Finalmente
Independiente, que podrá revisar en el enlace:
http://modeshift.org/419/this-is-panama-ambitious-gorgeous-and-independent-at-last/
abordando la misma conclusión que el suscrito sobre el imponente potencial
istmeño.
Tan solo acciones sagaces en dos sitios, revertirían en un radical cambio
de imagen: Ante todo, nuestra puerta de entrada, el Aeropuerto Internacional de
Tocumen, estructural bofetada a la inteligencia del panameño, donde se ofertan
todo tipo de chucherías para el beneficio de unos cuantos mercaderes, pero no
se venden las cuantiosas bondades istmeñas.
Cansados viajeros sudamericanos que se despiertan al aterrizaje para
abordar brevemente otra aeronave, si no recuerdan donde están, a falta de
cariño y publicidad, no tienen el menor indicio que es Panamá. ¡Flaco error le hacemos a nuestro turismo!
El segundo, el sitio de mayor número de turistas ya dentro de la república,
el estéril centro de visitantes de Miraflores, donde no hay ninguna pollera,
ninguna manifestación de nuestras etnias y folclor y donde se ofertan
hamburguesas y coca colas en lugar de ceviche y agua de pipa. ¡Que falta total de imaginación y de venta
país!
Corrupción no es solamente hurtar, es también la criminal inacción al gozar
de tantísimo potencial. Las dos le hacen un daño permanente, dejando
huellas profundas, al desarrollo pleno de Panamá y de su buena gente.
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