Calidad versus Chucherías

Diario Panamá América

1 de agosto 2015

Calidad versus Chucherías

Jaime Figueroa Navarro

Durante mi reciente conferencia en París, logre armar una simbiosis de la expansión del canal y nuestros imanes al turismo, actuales y potencializados, que granjearon un inminente hechizo en la audiencia que se hubiese esfumado al tratar los temas independientemente uno del otro.  Francamente fue la primera vez que percibí el enorme potencial de presentar ambos temas en conjunto frente a un auditorio, a todas luces representativo de la mejor estirpe gala.

Menciono todo esto porque a raíz de mis recientes criticas constructivas sobre temas de la falta de personalidad de la terminal aérea de Tocumen fui invitado por su director, Joseph Fidanque III, a una reunión y posterior caminata a lo largo y ancho del aeropuerto, llegando a la  conclusión muy favorable que necesitamos reforzar la marca país en ese sitio donde pululan casi 10 millones de almas anualmente.

Para mi sorpresa, el administrador mencionó que la Autoridad del Canal de Panamá había solicitado un espacio para exponer los pormenores del canal y su expansión.  Como sea que estamos trabajando en un concepto de lo que la administración denomina como una “tienda” Panamá, estamos armando un grupo, que puedo adelantar incluye a empresas con productos de la máxima calidad, tales como Reprosa y Weil Art, que presenten una imagen de Panamá jamás vista en estos lares.  Nuestro bosquejo también incluye un refectorio con finas viandas istmeñas, donde el visitante pueda saborear las bondades de nuestra mesa, algo diferente a la oferta de hamburguesas y coca colas en la planta baja del Centro de Visitantes de Miraflores y de pizzas y comidas chatarra en el food court del aeropuerto de Tocumen, porque precisamente la sazón local es lo que busca el turista durante su toque de transito por Tocumen. 

No gustaría sugerir que la Autoridad del Canal de Panamá se una a esta representación istmeña, una isla en Tocumen que invite a intimar lo nuestro, de forma tal que potencialicemos al máximo el exposé país que tanto anhelamos, en lugar de separar nuestros esfuerzos.  Obviamente hacen falta otras entidades estatales como la muy ausente Autoridad de Turismo de Panamá, que a través de sus dos irrisorios kioscos, uno dentro de la zona libre y el otro fuera de aduanas en la planta baja, a falta de una sesuda y atractiva plurilingüe literatura oficial, se ha convertido en voceador de empresas particulares, tales como el periódico The Visitor y la revista Focus.  Finalmente, la Dirección de Artesanías del Ministerio de Comercio e Industrias.  La participación estatal en este esquema debe ser a través de aportes financieros y no de funcionarios, que solo servirían para estorbar los esfuerzos empresariales.

Existen sociedades foráneas, una del Perú, la otra de Costa Rica, especialistas en montajes de tiendas país en los aeródromos de esos países, que pretenden por su “know how” usurpar algo que no debemos jamás ceder en un proyecto que denomino de marca país.  Símil a la practica de algunas profesiones, por ley limitadas a peritos nacionales, una tienda que represente al país debe ser netamente panameña para evitar la venta de chucherías made in China y en su defecto ofertar productos de la más alta calidad istmeña y no una mezcla de artesanías regionales que obscurecen lo nuestro.

Tomando dos ejemplos en colación, Reprosa puja un fino bolígrafo bañado en oro cuya figura esta distinguida por fina madera de cocobolo, que le escupe al aire a los fantoches plumarios de Mont Blanc o Cross que vergonzosamente adornan los bolsillos de un importante numero de acomplejados profesionales panameños.  Por otro lado, Weil Art nos oferta una finísima colección de pinturas de la Mona Lisa ataviada en seis diferentes variedades de trajes istmeños que elevan la curiosidad del visitante, por su hermosura y donaire, vendiendo la imagen país que todos deseamos. 

Aprovechando la Feria Nacional de Artesanías 2015 que se celebra en el Centro de Convenciones ATLAPA hasta mañana, buscamos asociar aquellos artesanos, representativos de toda la geografía istmeña, que oferten la producción de la más alta calidad para soberbiamente engalanar la tienda que debe ser orgullo de todos los panameños, estampa permanente de nuestra nacionalidad en el aeródromo de Tocumen.