jueves, 16 de julio de 2015

Marca País

Diario Panamá América
18 de Julio 2015

Marca País
Jaime Figueroa Navarro

A raíz de nuestros recientes comentarios sobre la falla en el sistema de aire acondicionado del Aeropuerto Internacional de Tocumen, fuimos invitados este miércoles al despacho de su Gerente General, Joseph Fidanque III, quien gentilmente tomó tiempo dentro de su ocupada agenda para dedicarnos un tris mas allá de tres horas, cual cirujanos, presenciamos la disección quirúrgica del paciente, cubriendo las facetas financieras, operacionales y el Plan Maestro para la expansión del aeródromo. 

A diferencia de sus predecesores, Tercero, como le conocemos desde hace tres décadas cuando portaba su sombrero de telecomunicaciones exitosamente regentando los vaivenes de Mobilphone y fungíamos desde Peoria como su suplidor de las mejores torres del mundo, aun en pie, respira sencillez y un profundo amor por la aviación desde su infancia.  Amén de sus indudables éxitos empresariales, iluminado por unos padres que granjearon el favor de sus clientes por una calidad en servicios poco usual para la época y el patio en su agencia de viajes de calle 50, estamos frente a un espécimen raro en nuestro haber político, un hombre honesto, conocedor y apasionado del tema que se le adjudica. 

Durante nuestro recorrido a lo largo y ancho dentro de la zona libre de la terminal revisamos minuciosamente detalles como las alfombras, inodoros, los techos, el inoperante y estéril kiosco de la Autoridad de Turismo de Panamá frente al muelle 23 y los nuevos locales comerciales que afloran a diestra y siniestra supliendo la savia para la operación financiera del monstruo.  Tocumen, como reflejo istmeño, se ha convertido en un titánico bazar donde sus 10 millones de transeúntes anuales, entre vuelos, pueden comprar lo que no hay en su tierra a un muy asequible precio.  Fidanque maneja bien las cifras y mejor aun, es un regente justo al que se le puede accesar sin prebendas asegurando la selección del más calificado por sus méritos y no por obscuros intereses.

Rascando su cerebro, fue precisamente durante nuestras conclusiones que logré captar su atención puntualizando lo que siempre he mantenido, la imperante necesidad que Tocumen se convierta en un espejo de nuestra marca país. 

Marca País es un concepto utilizado en mercadeo y comunicación para referirnos al valor intangible de la reputación e imagen de marca de un país a través de múltiples aspectos, tales como sus productos, el turismo y la cultura que determinan los valores que se asocian a ese país. Una buena marca país es, para los defensores de este concepto, un valor añadido para los productos provenientes de ese país y etiquetados como «made in...», así como para el turismo, la atracción de capital extranjero, la captación de mano de obra y su influencia política y cultural en el mundo. Como consecuencia de ello, numerosos países cuentan con organismos dedicados a mejorar su imagen de marca y enfatizar sus cualidades diferenciadoras.  Panamá, a pesar de su inmenso potencial, no es uno de ellos.

Exige Tocumen, como el mayor sitio de visitantes temporales, al igual que el Centro de Visitantes de Miraflores, como su homologo ya dentro del istmo, una metamorfosis en la exposición y venta país haciendo evidente al forastero, el sabor y miel que nos caracteriza.


Exigen Tocumen y Miraflores urgentemente la presencia de empolleradas y un fascículo temático cuasi Disney donde los visitantes queden atónitos ante platillos tropicales como el ceviche de corvina y la chicha de guanábana, al son de la murga de Panamá, que le inciten a explorar esta tierra bella.  A falta de esto, y a pesar de su rotundo éxito financiero, Tocumen y Miraflores son un fracaso.  Como esponja, absorbió bien este tema nuestro interlocutor.  Estaremos trabajando en conjunto para convertirle en realidad en los próximos meses.  Y el aire acondicionado enfriará placenteramente recibiendo lo que le hacia muchísima falta, un mantenimiento continuado.  ¡Vamos bien!          

No hay comentarios:

Publicar un comentario