jueves, 28 de abril de 2016

Supermercado de Turismo

Diario Panamá América
5 de marzo 2016

Supermercado de Turismo
Jaime Figueroa Navarro

Recientemente recibí una cordial invitación de mi colega y buen amigo Alberto Quirós Jaén, ex Presidente de la Comisión de Turismo de APEDE y líder natural del turismo coclesano, quien  se esmera en esculcar  los detalles y presentar soluciones a los problemas que aquejan la industria. 

Entusiastamente asistí el pasado miércoles al I World Café del Centro de Investigación y Desarrollo Turístico (CIDT Panamá) en el imponente edificio, sede de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SENACYT) en la Ciudad del Saber.  Y recalco “entusiastamente” porque se precisan urgentemente estas iniciativas para el logro de acciones positivas y permanentes en el quehacer turístico nacional ante un decepcionante y caótico status quo que no consiente su despegue y pleno desarrollo.

Cabe resaltar que la participación en esta actividad por los colegas representantes del gremio a nivel nacional fue voluntaria y genuina, embajadores gratuitamente ofreciendo su valioso tiempo para aportar sus granitos de arena y expresando abiertamente sus inquietudes, lo que les hace variar de otros actores del gremio por un común denominador de amor a la patria y no al peculio particular en búsqueda de verdaderas soluciones que enderecen el timonel de la industria. 

Nos colaboró como diestro  moderador el empresario Jaime Dreyfus, sembrador de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC’s) quien talla en nuestras mentes la refrescante anécdota  de la famosa antropóloga cultural Margaret Mead: "Lo que la gente dice, lo que la gente hace y lo que dicen que hacen, son cosas totalmente diferentes".  ¡Vaya discurso para alimentar el pensamiento!

La bienvenida a esta mole que no parece ser panameña, orgullo del pensamiento a las riberas del canal, estuvo a cargo del Ingeniero Victor Sánchez Urrutia, Director de Innovación Empresarial de SENACYT, quien gentilmente puso a disposición su sede para futuros encuentros que asistan en movilizar la creatividad y el raciocinio porque el turismo nacional va más allá de aumentar la ocupación de habitaciones de hoteles capitalinos y los asientos de aeronaves.  Se trata del empeño, la constante venta de destino, la adecuada planificación y un fecundo crecimiento resultado de políticas innovadoras para el beneficio de todos, sobremanera para el bienestar y positiva acogida de los turistas que nos honran con sus visitas.

La sesión constó de cuatro mesas de trabajo rotativas donde me honró servir como vocero de una de ellas, amalgamando las inquietudes  de todos los participantes, donde la expresión abierta dio cabida a importantísimos señalamientos porque aquí nadie le iba a quitar las pepitas de la lengua a nadie, en un ambiente de franca camaradería y loable emprendimiento.

Tan solo dos preguntas ocuparon la sapiencia de la sala en esa soleada mañana.  La primera: ¿Hacia donde quisiéramos que se oriente el turismo en Panamá? hizo flotar el concepto del supermercado, un turismo con diferentes departamentos o especialidades, donde el visitante arriba con su carrito aprovechando al máximo la muy particular oferta istmeña.  Aquello del turismo de convenciones quedo plasmado como una estrategia a mediano y largo plazo, no obstante viable.  Se habló también sobre la utilización del canal como una herramienta para la fértil explotación de otros ramales como el turismo ecológico, tan cercano y a la vez tan lejos.  Surgió el valido comentario sobre la crasa  falta de estrategia de la Autoridad del Canal de Panamá en no construir un nuevo Centro de Visitantes en las nuevas esclusas, porque si, porque el que viene a Panamá posterior a su inauguración, ya no querrá presenciar el transito de embarcaciones tradicionales y estará dispuesto a pagar lo que sea por observar de cerca el movimiento de los mega buqués en el nuevo canal.  ¿Dónde se quedo la guía y colaboración de la Autoridad de Turismo en este emprendimiento clave que refleja nuestra imagen como país?

La segunda pregunta: ¿Qué hace falta para desarrollar el turismo? Le rasco la cabeza a todos.  Ante todo hace falta liderazgo.  Se plasmó nuevamente el pleno desarrollo de la Costa Atlántica donde del millón de veleros que navegan el Caribe, unos 5,000 encuentran albergue en Panamá, cifra irrisoria, por falta de marinas que  acojan a sus propietarios de bolsillos profundos en búsqueda de experiencias y aventuras que bien podrían explayarse en el istmo.  ¿Cuándo contará Panamá con un visionario líder que emprenda la construcción, amparada con un plan maestro de turismo, de una autopista caribeña, que permita el pleno desarrollo del país y la creación de cientos de miles de bien remunerados oficios?


Speak English.   Se hace necesario no solamente forjar un panameño amable, cordial y eficiente sino también dotarle primordialmente del conocimiento de lenguas foráneas a partir de sus primeros desvelos educativos para proveerle las herramientas que le permitan multiplicar sus ingresos y calidad de vida.  De todo se habló.  Ojalá no quede esto en el aire, ojalá tomemos cartas en el asunto a la brevedad del caso, sino nuestros vecinos nos harán el mandado.  ¡Terrible sería, que teniéndolo todo, se echará a perder!                

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