domingo, 26 de junio de 2016

Turismo Deportivo

Diario Panamá América
25 de junio de 2016

Turismo Deportivo
Jaime Figueroa Navarro

Recientemente me contactó el colega Julián Palacios Jr. para que le colaborara con una disertación sobre el tema en el VI Foro de Deporte de APEDE celebrado en el hotel Marriott el jueves pasado.

Tradicionalmente cuando se trata de este tema se vislumbran eventos internacionales donde hinchas de determinado equipo se desplazan a Panamá para un partido en particular, como por ejemplo un juego de futbol entre las selecciones nacionales de Panamá y Costa Rica.  Si se planifica con la debida antelación, se pueden ofertar paquetes que incluyan actividades más allá del evento en si, que sirvan para enriquecer el conocimiento del visitante y los bolsillos de muchos colaboradores istmeños.

La modalidad de turismo deportivo se puede desarrollar optimizando la propuesta con nuevas opciones que expriman el jugo a nuestro enorme potencial en la materia.  Por ejemplo en la bahía de Piñas de nuestra provincia de Darién se encuentra el resort número uno del mundo para la pesca deportiva, Tropic Star Lodge.  A partir de 1963 este extraordinario refugio ha acogido miles de pescadores de todas las esquinas del mundo, contando con la máxima cantidad de records mundiales en pesca deportiva.  Su rotundo éxito nos invita a cuestionar como es posible que no se haya duplicado en otros parajes cercanos.

Asimismo siendo el Caribe hogar para más de un millón de veleros, no hemos sabido aprovechar sobre todo durante la temporada de huracanes desde junio a noviembre cuando se desplazan la gran mayoría hacia el sur, la migración de estas naves por falta de planificación e infraestructura.  Bien podría Panamá ser la sede de cientos de muelles tras la construcción de una autopista caribeña desde San Blas hasta Bocas, tema que descollé en el plan de turismo de la campaña presidencial de Ricardo Martinelli en 2009 y que también serviría para mejorar la calidad de vida de los habitantes locales que sufren el mayor índice de pobreza extrema istmeña.

El desarrollo de un senderismo histórico tomando como puntal el cerro Pechito Parao en Darién donde ocurre el avistamiento del Mar del Sur por Balboa en 1513, sería en mi librito de turismo sitio de visita obligatoria a la par del canal de Panamá, seguido muy de cerca por el trazado del Camino Real desde Panamá La Vieja hasta Portobelo, el sendero donde circuló la mayor cantidad de oro en la historia de la humanidad, como la Ruta del Oro, un enorme atractivo al turismo mundial a la par del Camino de Santiago de Compostela en España que acoge anualmente cientos de miles de peregrinos, siendo el nuestro más interesante por su verdor y relativamente más corto.


La internalización de la carrera anual de cayucos a través del canal de Panamá como un evento de atractivo mundial sin lugar a dudas atraería miles de visitantes.  El reciente desarrollo de nuevas modalidades no tradicionales en el istmo, tal como el avistamiento de ballenas, bien coordinado creando un plan maestro para la implementación de centros turísticos de primer orden en sitios como la desamparada isla de Taboga  bien podría convertirle en el pueblo mágico del Pacífico de las Américas.  Y por allí nos vamos, en lugar de quejarnos sobre las bajas tasas de ocupación hotelera en la capital, tenemos mucho trabajo que hacer optimizando el turismo deportivo a otro nivel y a través de toda la geografía nacional.       

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