viernes, 15 de julio de 2016

Calcando al Monstruo


Diario Panamá América
16 de julio 2016

Calcando al Monstruo
Jaime Figueroa Navarro

No deja de extasiar a propios y extraños desde hace más de una centuria el transito de buques a través del verdor del istmo de Panamá que no en vano se ha convertido en la ruta de mayor atractivo a los cruceristas del mundo que viajan desde Chechenia y Mónaco para presenciar lo que aun se percibe como una de las maravillas del ingenio humano.

Repiquetea iracundamente mi teléfono celular al alba el martes pasado.  “Disculpa la hora Jaime”.  Molesta cuando llaman después de las ocho de la noche porque soy como las gallinas, temprano al sueño y al despertar.  Pasada las cuatro de la mañana recibo el nuevo día en mi oficina leyendo los titulares mundiales y actualizando el Facebook.

“Nos visita Ian Allen”.  Esto me huele inicialmente como alguien que tiene que ver con Brexit, la vapuleada separación del Gran Bretaña de la Unión Europea.  Antes que me irrumpa la curiosidad, Jonathan Zelcer, hábil timonel de la empresa de turismo de lujo Truly Panama, resume los pormenores de la hoja de vida de uno de los mejores fotógrafos de turismo del orbe. 

Contratado no por el Gobierno Nacional ni por la Autoridad de Turismo, como debiese ser, Allen abona con su lente un reportaje de la destacada revista Travel + Leisure.  “Queremos llevarle al canal”.  Cocolí, las nuevas esclusas del sector Pacífico, tema de mis últimos dos escritos, inmediatamente burbujea en mi mente.  Habrá que forjar una visita intima a sus interioridades.  Un par de llamadas después confirman nuestra cita temprano el miércoles porque ese ojo mágico tiene que trajinar la grandeza del istmo posterior a la apertura de su canal ampliado.

A las 6:15am le recogemos en el Hotel American Trade de la Plaza  Bolívar en el Casco Antiguo, soñoliento aun posterior a su llegada la noche anterior a las 10pm.  Joven de barba tenue y jovial simpatía, oriundo de la costa oeste imperial, allá en su curumbita, en Seattle cerca de Mount Rainier, tercera montaña más elevada de la unión, donde hay buenos genes y aire fresco, sede de conglomerados como Microsoft, Starbucks y Amazon que reflejan su creativa imagen, Ian desarrolla sus aptitudes en el New York School of Visual Arts y tiene su sede en San Francisco, cerca de Napa Valley, creativa metrópoli con su afamado tranvía, detalle que tanta falta hace al Casco.

Como si fuésemos antiguos conocidos de infancia, nos recibe con especial elegancia Abdiel Julio, caro anfitrión de finas costumbres, Especialista en Producción Audiovisual de la Sección de Comunicación y  Documentación Histórica de la Autoridad del Canal de Panamá  en el edificio 326 en Cocolí.  Transita esta nublada mañana el buque Cosco Guangzhou con capacidad para 9,500 contenedores, un verdadero Poseidón de los mares, que nos abona sobre ochocientos mil Balboas, como para asegurar que todos los niños panameños gocen de buenas escuelas con aire acondicionado.


El privilegio de hormiguear las nuevas esclusas sin limitantes al lado del celebre fotógrafo con mi cámara profesional que parece de juguete al lado de su equipo me permite una de las jornadas de mayor satisfacción y goce en la vida.  Conversar amenamente en la torre de control con  Juan Wong, Ingeniero de Esclusas y Jorge Pittí, Capataz General de Operaciones de Esclusas complementan con ojo de águila una gloriosa jornada escuchando las erudiciones particulares de  estos buenos panameños que han dedicado su vida profesional orgullosamente al canal.  ¡Palpita más fuerte el corazón por ver el reportaje y las maravillosas fotos de Ian!                

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