Diario
Panamá América
23
de julio 2014
Cátedra
de Turismo
Jaime Figueroa
Navarro
En
ausencia del titular por enfermedad, la Dra. María Rosa de Muñoz me solicitó
cubriese el modulo Los Modelos Europeos de Turismo: Caso Francia durante el
Seminario Especializado de Turismo EL TURISMO EN EL SIGLO XXI que se celebró en
horario de 1:00 a 5:00 PM durante toda la semana en la Facultad de Humanidades
de la Universidad de Panamá.
A pesar
de ser vapuleada por insensatos capítulos de terrorismo, tres en el ultimo año,
el encanto de ese museo vivo, resplandecido por la capital del amor no deja de
atraer cual abeja al panal a todos con excepción de los más cobardes o
constreñidos. Con sus cacareados dos
millones de visitantes anuales, por falta de liderazgo, pasión y proyección,
mora Panamá años luz cual galápago tras la liebre que lidera el turismo
mundial.
Con 85
millones de visitantes anuales, Francia nos ilumina como el mayor atractivo
mundial en turismo. Como resultado del
fulgurante efecto del agresivo desarrollo de la modalidad AirBnB donde
propietarios de viviendas ofrecen alojamiento a turistas, los hoteleros galos
han tenido que ponerse las pilas desarrollando nuevas formulas para incentivar la ocupación de sus hostales. Y es que precisamente AirBnB llena un vacío
en la demanda por alojamiento particular tal como el fenómeno Uber ofrece una alternativa en el transporte
selectivo. En un mundo constantemente
cambiante, camarón que se duerme se lo lleva la corriente.
Representando
el 7% del Producto Interno Bruto, el turismo arroja sobre 150 mil millones de
Euros al año a la economía gala, a pesar del continuado repicar que los
turistas no gastan lo suficiente. Muy
diferente a nuestro destino, donde aun las autoridades no se han molestado en
confeccionar un pinche letrero que indique al pasante en la carretera
interamericana, que allí, en Natá de los Caballeros, cohabita como fulgurante
elemento del turismo religioso, la iglesia más antigua de tierra firme
continental, derritiendo sus limitados ingresos en estériles viajes, la falta
de proyección y una desvergonzada informalidad que deja mucho que desear.
Francia
es en esencia una muy pomposa nación agrícola.
Así lo refleja su enorme variedad de siembras de lujo en los mercados y
estanterías a lo largo y ancho de su geografía.
Al igual que Panamá, Francia es mucho más que su capital. El entorno playero de la Riviera, el enorme
atractivo de esquiar los Alpes, la gran historia detrás de los castillos del Loira
y Mount Saint Michel todos son espejos de su gastronomía regional, la más
espesa del planeta. ¡Ojala hiciésemos del ejemplo galo nuestro norte turístico!
No hay comentarios:
Publicar un comentario