Diario Panamá América
30 de julio 2016
Pokémania
Innovando Turismo
Jaime Figueroa
Navarro
Si no
sabes lo que es Pokémon GO, no solamente te
has quedado en las tinieblas del siglo XX, sino que no estas en nada. El mundo cambia a tal velocidad que el
acelerador ha tocado fondo con el frenesí de este novedoso juego, que cuenta
con millones de seguidores.
Por
esas casualidades de la vida, durante un reciente taller universitario,
ventilaba con los estudiantes y titulares la necesidad del desarrollo de
aplicaciones móviles para el impulso de nuestro turismo. Francamente no pensé en el momento el
profundo impacto que podría tener un juego.
Comparado con otros juegos, la diferencia de Pokémon GO es que el usuario
juega en la calle. El jugador interactúa a través de su móvil con el mundo real
gracias a la realidad aumentada, que le permite “encontrar” a los Pokémon que
hay escondidos en todo tipo de lugares con el fin de obtener premios y
recompensas.
La relación de Pokémon GO con el turismo se evidencia en las “Poképaradas”,
lugares de importancia turística donde los jugadores deben acudir en busca de
sus premios. También en los “gimnasios”, situados en edificios relevantes de
las ciudades donde los jugadores deben acudir para "entrenar" las
habilidades de sus pokémon.
¡Cambia radicalmente a Panamá! Se imaginan
ustedes el impacto que tendría la oferta de un safari para la búsqueda de
tesoros en el istmo. Esto crearía una
fiebre por conocer hasta los sitios más recónditos de la geografía nacional,
pudiendo vestir a los Pokemones locales con polleras, molas y hasta diablitos
sucios, exaltando así nuestra muy particular personalidad, estimulando el
turismo, donde todos los jugadores claves de la economía nacional pueden
participar.
Bien podría ser el norte por parte de empresarios promoviendo sus productos
a través del geoposicionamiento, de esta manera lanzando ofertas más allá de su
local físico o su pagina web. El juego
aleja al sedentarismo, virus evidente en las nuevas generaciones, estimulando
la visita a sitios diferentes y exóticos.
Aunque es una novedad incipiente en un puñado de países, bien podría Panamá
tomar la batuta en la región estimulando de esta forma su alicaído turismo. Para ello precisamos mentes creativas a la
cabeza de la industria que sepan aprovechar al máximo la oleada mundial del
Pokémon GO. Lo más fulgurante de todo es
que no requiere de una inversión millonaria sino más bien de una visión estratégica
que logre multiplicar las visitas al istmo.
Como decía la activista por la paz, Marie Lou Cook:
“Para abrir nuevos caminos, hay que inventar,
experimentar, crecer, correr riesgos, romper las reglas, equivocarse y
divertirse”. Es aquel el reto que nos
queda por delante en lugar de la monotonía del actual diario quehacer turístico
istmeño.
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