Diario Panamá América
26 de noviembre 2016
El Gurú del Turismo
Jaime Figueroa Navarro
Nos obsequia El País, diario de mayor
circulación global en español publicado en Madrid, sede de la Organización
Mundial del Turismo, en su edición del martes pasado una entrevista con el
Secretario (Ministro) de Turismo de México, Enrique de la Madrid.
Polifacético y poliglota, domina a la
perfección el español, inglés y francés, egresado de la Universidad Nacional
Autónoma de México con postgrado en Harvard University, este especialista en
turismo maneja las riendas del noveno destino mundial en tiempos de crisis, sin
excusas ni esquivas.
Treinta y cinco millones de almas visitan
México anualmente, su crecimiento año a año supera la escuálida cifra de la
totalidad de los turistas que escogen Panamá como destino. Los Estados Unidos
Mexicanos, beneficiados por una naturaleza y una historia privilegiada, no temen
al futuro.
Contra Donald Trump florece
un medicamento infalible: el sol de México. El futuro presidente de Estados
Unidos puede odiar a su vecino y desear construir una pared que los separe,
pero cada año son más los estadounidenses que viajan al sur en busca de su
milenaria alegría de vivir.
Nos cuenta el flamante
Secretario: “Llevamos dos años de campaña negativa hacia México y no ha bajado
el turismo estadounidense. Por el contrario, ha crecido. Los visitantes que
llegan en avión desde los Estados Unidos aumentan al 14% anual, frente al 10%
restante.”
Paréntesis. Panamá goza
de una bendecida naturaleza y envidiable historia, anhelada cima del cerro
Pechito Parao en Darién, sitio del avistamiento del vasto Mar del Sur,
descubrimiento jamás superado por ningún otro en la historia contemporánea,
donde con un atisbo Balboa abre las puertas al genuino comercio mundial. ¿Qué esperan nuestras autoridades para
convertir el sendero en un verdadero imán al turismo mundial?
En 2013, durante la
celebración de los 500 años del descubrimiento del Océano Pacífico, nos honró
liderar la primera expedición de empresarios panameños en escalar su cima en
conjunto con un entusiasta puñado de ejecutivos y ejecutivas de la Comisión de
Turismo de APEDE. Si nosotros lo
logramos, todos los niños panameños y cientos de miles de turistas deben
visitar el sitio anualmente, creando una importante arteria adicional a nuestro
atractivo.
Y es que de eso se
trata. En vez del continuado quejido
sobre el bajo nivel de ocupación hotelera, debemos enfocarnos, tan bien como lo
ha logrado el Secretario de la Madrid en un México sumido por la violencia, el narcotráfico
y la inseguridad, en desarrollar ejes turísticos, que allí están pero se
encuentran en total estado de abandono, muestra de una imperdonable desidia,
carente de mucho amor por lo nuestro, imperdonable rótulo de una total falta de
profesionalismo.
Sobre la potencialidad
del mercado gringo, observa Don Enrique: “En un país de 320 millones de
habitantes como Estados Unidos, el número de pasaportes es de 60 millones:
nosotros nos enfocamos a aquellos que viajan, que les interesa el mundo, que
tienen la mente abierta. A Trump no le votó la mayoría, sino los necesarios
para que ganara.” No basta con
publicidad tardía, lo que Panamá necesita a gritos es una permanencia frontal
en el mercado norteño, un cuadro de ejecutivos con metas trazadas y objetivos
claros. Manejar nuestro turismo como
nuestro canal. No puede ser que los
Presidentes de turno, nombren personajes obscuros, amistades y afines del
partido en el poder en esta industria con tanto potencial. ¿Se imaginan como estaría el canal?
Finaliza de la Madrid con énfasis en el modelo
de turismo que busca México: “Queremos fortalecer el turismo cultural, el
gastronómico y sacarle más provecho a nuestras áreas naturales. No nos queremos
encasillar; México da para mucho. Pero los destinos se tienen que especializar.
Nuestro futuro es el multidestino y la multiespecialidad.” ¡Música para nuestro oídos, manos a la obra
Panamá!
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