miércoles, 28 de mayo de 2014

Prioridades en Turismo


Diario La Prensa
29 de mayo 2013

Prioridades en Turismo
Jaime Figueroa Navarro

Al estreno de la nueva administración se hace palpablemente necesario dirigir la brújula del turismo hacia nuevos horizontes que permitan el pleno desarrollo de la industria sin chimeneas, que a pesar de estar aun en pañales, más aporta a la economía nacional.  Resulta patético, y para muchos totalmente inaceptable, las cifras que reflejan el actual descenso en el numero de visitantes al istmo, a pesar de contar con una infraestructura a todas luces muy superior a la que disponíamos al inicio del actual gobierno y la multimillonaria inversión en publicidad allende. 

Esto se debe a una serie de factores, que a pesar que hemos martillado y matizado en cientos de publicaciones, en castellano y otras lenguas durante la ultima década, han caído en oídos sordos de políticos y funcionarios, que parecieran estar más interesados en su imagen y peculio que en el desarrollo de un floreciente turismo que permita la optimización de los recursos y el preciado inventario turístico con el cual cuenta nuestro paraíso terrenal.  Es por ello que se hace evidente, tal como lo ha puntualizado el Presidente electo: “gobernar con los mejores” y no con los amigos como ha sido la practica en el pasado.

Ante todo, se hace necesario una definición de turismo:
Turismo no es hotelería, no es servicio, ni infraestructura.  Turismo es la planificación, que tanta falta nos hace, que permita desarrollar recursos para aumentar los índices de ocupación y la creación de los potentes imanes de interés que optimicen nuestra oferta.  Lo otro, son elementos que permiten el desempeño de la oferta.  El que no lo entienda de esa forma, simplemente no tiene la misión cristalizada ni la clarividencia para administrar el rubro.

Para comprender este tema, citemos ejemplos:  El atractivo actual más visitado en Panamá es el canal.  Sin lugar a dudas ocupa un sitial central en la venta de nuestras particularidades.  El año pasado celebramos el Quinto Centenario del Descubrimiento del Océano Pacífico con una serie de conferencias y costosas actividades que no aportaron mayor visión ni señuelos al turismo nacional.  Aprovechando las efemérides, lideramos la primera expedición de empresarios en la historia en escalar el cerro Pechito Parao en Darién, sitio donde Balboa avista el majestuoso golfo de San Miguel, donde se respira historia universal que va más allá del Darién y de Panamá, por tratarse del acontecimiento que revoluciona el comercio mundial. 

Al indagar durante mis frecuentes conferencias a profesores y estudiantes del turismo de nuestras universidades, cuantos conocen Darién, una que otra tímida mano se eleva.  Precisamente porque el currículo de turismo está enfocado en desarrollar cuadros de saloneros y mucamas, uno que otro mando medio y no en el pleno conocimiento de la geografía nacional.  El establecimiento y venta de la trocha de Pechito Parao como paraje turístico, harto histórico y altivamente precioso, es algo que ni Cancún ni Costa Rica pueden jamás ofertar, magneto turístico obligatorio, a la par del canal que crearía una importante fuente de riqueza en la provincia más grande y de mayor abandono de la república y una excusa para su pleno desarrollo.

Nuestro turismo ha sufrido una muy equivocada orientación capitalina en perjuicio de provincias.  ¿Por qué viene el turista a Panamá?  Primeramente, interpongo la potente descripción del diario The New York Times que nos describe como “una vergüenza de belleza natural”.  Complementado al profundo mensaje que me extendió un ingeniero de Malmo, Suecia al conocerle en San Ignacio de Tupile, islote en el corazón de San Blas donde participé en el Congreso General Guna, como la primordial razón de su visita anual en compañía de su esposa y tres hijos: “deseamos mantener vivo el contacto con la naturaleza.”

El atractivo folclórico de la península de Azuero, que martillé sin descanso durante mis palabras introductorias en la reciente inauguración del proyecto Cubitá en Chitré, debe recaer sobre un Museo de la Pollera, empolvado proyecto a raíz de la intervención de políticos, que surge como hechizo para frecuentar Las Tablas más allá de los días de celebración de los carnavales. 

La ciclópea paella, la mayor en la historia nacional, confeccionada en Volcán por una docena de chefs  originarios de los países que aportaron la mano de obra para la construcción del canal, me obligó en mis palabras de fondo la semana pasada a resaltar la pasión de la Chef Patricia Miranda Allen en brindarnos el evento más original en la celebración del centenario del canal del Panamá.

¡Turismo es pasión, emprendimiento y actitud! La industria reclama auténticos líderes que con entusiasmo, sencillez y ejemplo, impulsen a las nuevas generaciones al pleno desarrollo de sus capacidades.  Líderes cuyo norte sea el servicio y no servirse.  Cuya verdad sea el trabajo sin más dilación que entonar las sagradas notas de nuestro himno nacional y cuyo amor al terruño provoque intimar su esencia, su cultura y su muy particular historia, que le convierte en el más sagrado altar del universo, y que vivamente nos enorgullezca ser hijos de la pica y la pala, del trinar de sus gallitos y de su inconfundible matinal aroma a leña y café.


El autor es líder empresarial.                                        

Docencia Turística

31 de mayo de 2014

Docencia Turística
Jaime Figueroa Navarro


Al visitar un novel destino, siempre dedicamos tiempo a escudriñar de antemano sus particularidades, sobremanera repasando los cuantiosos volúmenes de opiniones de otros visitantes ilustrando los pormenores de sus vivencias sin tapujos ni reverencias.  Más allá del análisis, bien vale la pena descubrir el sitio bajo el ojo clínico de un lugareño que nos obliga a destapar encantos que de otra forma muy posiblemente jamás hubiésemos descubierto.

Citando recientes vivencias en España, donde nos honró como espléndido anfitrión Don Jaime Ruiz Peña, Adelantado de la Fundación La Castilla del Oro (consagrada al desarrollo de proyectos turísticos culturales en el istmo), enciclopedia andante cual Quijote en Aragón, que me exhortó a cerrar y reabrir los ojos ante extraordinarios parajes y a saborear manjares que al tacto de las papilas gustativas, me incitaban a enamorarme cada vez más del terruño de mis orígenes.

De esa misma manera, a partir de nuestro retorno hace poco más de una década, hemos cultivado bríos en la docencia turística, faena juguetona y jovial que nos permite un flujo constante de creativas enseñanzas y aprendizajes. 

El más común de los géneros es impartir conferencias en los diversos centros de enseñanzas de turismo universitario locales, donde por la naturaleza de la materia, el intercambio constante se convierte en la regla, transformando el enfoque tradicional de conferencia orador-audiencia hacia un vivo enjambre de ideas y creatividad.  Aquí la utilización de viñetas en Power Point nos permiten vislumbrar inicialmente el inventario turístico con el que contamos para germinar un cuadro de proyectos al finalizar la presentación.  Esta misma metodología utilizamos en exposiciones a clubes cívicos y organizaciones empresariales, resultando siempre en un muy anhelado rascar de cerebros para incentivar el mejoramiento de nuestra oferta.

La segunda disyuntiva retoña al exponer los encantos istmeños en ultramar.  Pocos, casi nadie sabe lo que verdaderamente representa Panamá.  Abrimos con el breve video de un minuto titulado Panama The Way, piscolabis de modernidad y verdor, seguidos al estreno de nuestra presentación formal por la leyenda detrás del vigoroso mensaje del BioMuseo: “si no fuese por Panamá, no existiría el homo sapiens”.  ¡Que forma de llamar la atención!

Gira nuestro enfoque al siglo en curso, exponiendo la pesimista teoría de algunos que el istmo surcaría el cuarto mundo a la partida del ultimo soldado norteamericano el 31 de diciembre de 1,999, cuando exactamente lo opuesto ha ocurrido gozando Panamá de un envidiable crecimiento año a año mientras el resto del globo se ha sumido a constantes recesiones.  El radical cambio en infraestructura nos convierte en un verdadero centro logístico mundial, elevando la tesis que Panamá va más allá que su canal y goza de la auténtica  oportunidad, en menos de una generación, de ingresar al primer mundo.

Vertimos, cual salero sobre filete, algunas de nuestras múltiples alternativas de turismo: compras, sol y playa, médico, ecológico, histórico, convenciones y negocios, haciendo énfasis en nuestras etnias, elementos precolombinos que tanto enriquecen nuestra cultura y artesanías.  Nuestra historia única, sede de la ciudad más antigua del pacífico del continente, cuya catedral, como indicio de próspero futuro, permaneció durante más de dos siglos el rascacielos más alto de las américas.  La gran hazaña de Balboa, único personaje universal que representa la moneda de un país y su cerveza.  ¡Y por ahí nos vamos!

¿Como un país tan pequeño goza por enésimo año consecutivo del mejor café del mundo, de la suprema esfera para la pesca deportiva, de la mayor cantidad de especies de aves, de ballenas que nos visitan desde ambos polos, de una flora y fauna tan asombrosa que abruma al diario The New York Times a trazarnos como “una vergüenza de belleza natural”? 


Así lanzamos el anzuelo y sucumbe la audiencia cual flechazo de Cupido, al insaciable deseo de visitarnos e intimarnos, faltando solo el kiosco de Copa detrás del auditorio para que todos exhiban sus tarjetas de crédito y adquieran sus boletos aéreos.  De eso trata nuestro constante hormigueo allende, faena apasionada por la venta de nuestro destino.  ¡Docencia turística con pasión!

lunes, 26 de mayo de 2014

Editorial: Cultura y Turismo

Diario Panamá América
Lunes, 26 de mayo 2014
EDITORIAL
Cultura y turismo

La utilización de nuevas rutas culturales para atraer el turismo fomentará no solo el número de visitantes foráneos sino que, al mismo tiempo, fortalecerá el conocimiento de la cultura panameña de todos los tiempos. Desde esta perspectiva, resulta estimulante la sugerencia del colaborador de este diario Jaime Figueroa Navarro de incluir en el calendario del turismo cultural la ruta seguida por Vasco Núñez de Balboa, desde la selva del Darién, para arribar a las orillas de la Mar del Sur. Guías ilustrados en la historia del siglo XVI informarán a los turistas sobre la trascendencia de lo que representó para el mundo el enriquecimiento de la geografía universal y la apertura de rutas nuevas hacia el continente asiático el descubrimiento español del Océano Pacífico.
Otros promotores del turismo panameño llevan a los visitantes a través de los restos del Camino Real, el primer esfuerzo vial de comunicación terrestre y lacustre de los colonizadores hispanos desde la ciudad capital hasta los puertos de Nombre de Dios y Portobelo.
En idéntico sentido puede estudiarse si es viable, sin riesgos mayores, la ruta del Camino de Cruces y el río Chagres que, en el siglo XVI, se implementó para el transporte del oro de los incas a Portobelo, donde esperaban los galeones de Sevilla; y en la ruta del regreso la llegada de mercadería española. Conocer el emplazamiento de Santa María la Antigua, actualmente bajo jurisdicción territorial colombiana, demandaría la colaboración del país vecino para limpiar la maleza que recubre los vestigios de la primera ciudad panameña, que es, también, la primera construida en la tierra firme continental sudamericana.
En el desarrollo turístico de rutas culturales está Natá de los Caballeros, ciudad levantada por Gaspar de Espinosa a su retorno de la expedición de las Tierras Altas, pero fundada con el nombre del gobernador Pedrarias Dávila. La iglesia de Natá tiene atributos para su magnificación por los elementos de la construcción. En la información turística debe agregarse el fenómeno de despoblamiento de Natá provocado porque los vecinos principales vivían en sus haciendas y solo acudían a la ciudad en Semana Santa. Encima, los encomenderos abusaron mucho de los indígenas puestos a su servicio.
Las culturas precolombinas tienen perfecto derecho para que los turistas extranjeros conozcan, por ejemplo, el grado de avanzada civilización alcanzada por los indios cueva. Según los testimonios de Gonzalo Fernández de Oviedo y Pascual de Andagoya, los cuevas practicaron el matrimonio, respetaron la monogamia, momificaron a sus ascendientes, fueron orfebres de alhajas de oro y plata.

Los restos arqueológicos de la comunidad que primigeniamente se denominó Pananomé, luego Penenomé y después Penonomé, merecen que el Instituto Nacional de Cultura amplíe las instalaciones de la sucursal. Puede editarse folletos en castellano, inglés y francés de información arqueológica sobre el área. Es ocasión, igualmente, para rendir el debido homenaje al caudillo Victoriano Lorenzo Troya, legendario guerrillero de las tierras coclesanas, que tuvo un desenlace trágico en las convulsiones de la Guerra de los Mil Días. Sin desmedro de su origen campesino, Victoriano se agitó también en el ejercicio del comercio, la cobranza de diezmos y el impuesto del degüello, así como su etapa de Regidor de caseríos coclesanos. Los turistas deben conocer la personalidad histórica del caudillo liberal.

jueves, 22 de mayo de 2014

Detalles, Detalles y más Detalles…

Diario Panamá América
24 de mayo 2014

Detalles, Detalles y más Detalles…
Jaime Figueroa Navarro

En víspera del cambio en la jefatura de la Autoridad de Turismo de Panamá, bien valdría la pena efectuar un análisis de la misión y organigrama de la institución para incluir una figura dedicada al constante examen critico y sistemático de los mínimos detalles que hacen una palpable diferencia entre resultados mediocres o sobresalientes.

En la presente administración, por ejemplo, hemos visto un enfoque hacia la construcción del nuevo centro de convenciones y publicidad externa para la venta de nuestro destino en ultramar.  Eso esta bien, pero se exige ir mucho mas allá en el diario quehacer de la ATP.  La gestión de la administración entrante tendrá que velar primordialmente por el desarrollo de destinos turísticos en provincias ya que su cometido en la capital debe pernoctar casi exclusivamente en como elevar los índices de ocupación del jardín de hoteles que han surgido, sobremanera en la ultima década, resultado de la eficiente implementación de la Ley 8.

Recuerdo, hace ya muchas lunas, mi posición al ingreso en IBM, multinacional que ubicaba letreros estratégicamente dentro de sus oficinas que decían THINK (piense) como para intimarnos inconscientemente al constante ejercicio del pensamiento (y la creatividad). 

Mi función inicial dentro de la empresa, a finales de la década de los setenta, era Coordinador de Controles de Negocios.  Solamente a IBM se le ocurría en aquellos tiempos invertir en una posición, que si bien parecía inicialmente desgastante resultaba ser harto productiva en el logro de los objetivos organizacionales y financieros.

Durante tres meses leí, estudié y escudriñé los 17 pesados tomos titulados S&PM (Standards and Practices Manual), cada uno del grosor de la Biblia, con todos los pormenores de la operación del negocio, desde Recursos Humanos hasta Finanzas, Compras y Servicio al Cliente.  Ello me llevó a conocer lo más intimo del día a día del pedaleo de esa bicicleta, semilla fundamental en mi futuro éxito dentro de IBM y cuestionario permanente para la recomendación de cambios positivos en su eficaz desempeño.

La palabra clave aquí es medición.  A lo opuesto de los escalamientos en la Autoridad del Canal de Panamá, los nombramientos en puestos claves en la ATP suelen ser políticos, personajes de confianza del Presidente de la Republica que no necesariamente representan ni velan por los detalles y la incorporación de la totalidad del país en su mapa de operaciones, concentrando sus esfuerzos en la capital y escuchando constantemente el recado de intereses creados en lugar de dedicar la faena al desarrollo pleno de la geografía istmeña.  Bien encajaría entonces la recomendada figura para asegurar el eficiente desempeño de la institución.

El desarrollo de nuevos sitios de recreo como la incorporación permanente de un sendero turístico en el Camino Real que permita al visitante (y a la ciudadanía) trasladarse desde el Puente del Rey a Portobelo, como se acostumbraba en la colonia, en esa trocha que sirvió como transito al oro que permitió por siglos la permanencia de la Corona Española en el umbral del mundo.  Si el Camino de Santiago de Compostela en España recibe más peregrinos anuales que la totalidad de los visitantes al istmo ¿se imagina usted el volumen de nuevos visitantes que visitarían Panamá y pernoctarían en sus hoteles, elevando sus tasas de ocupación, para transitar este incomparable histórico pasaje, complementado con el inmenso verdor que nos tipifica, que nos distingue de otros estériles destinos?

La incorporación en el sendero de edificaciones coloniales que sirvan como sitios de recreo, emblemáticos restaurantes con su personal vestidos con ropajes de la época, pequeños hostales en la selva que permitan al visitante gozar de un romance idílico con la naturaleza, logrando así la integración de nuevos y bien pagados puestos de trabajo y riqueza no explotada para los inversionistas.  Eso es hacer, eso es crear turismo.  ¡Un turismo único que ni Cancún no Costa Rica podrán jamás duplicar!

¡Esos detalles que tanta falta nos hacen!  Algunos ven las cosas y se quejan, como la dama en el Metro que me dijo que el interior de sus vagones estaban muy fríos.  Otros vemos las cosas como son y pensamos, soñamos como podrían ser.  Y por ahí seguimos con la incorporación del vasto Darién al mapa turístico istmeño, limpiando la trocha que nos eleva a la cima de Pechito Parao, el cerro donde Balboa divisa el Mar del Sur y donde el visitante puede vislumbrar la majestuosidad del golfo de San Miguel, convirtiéndole en sitio obligatorio de visita a la par del canal de Panamá.  Detalles, detalles y más detalles.  Por ahí nos vamos…